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LLEVA CON PACIENCIA LA CRUZ A TÍ CONFIADA
PAGA EL MAL CON BONDAD Y AMOR

9.11.1994

Vassula Mía, Yo te doy Mi Paz. Escucha y escribe:

Como sabes, quien te toca injustamente, toca la niña de Mis Ojos. Sin embargo, permanece firme, Mi niña, y ora para que se restablezca la fe en tu país, pues la fe no se le es dada a todos. Yo soy el Autor de Mi Mensaje y me encargaré de que se extienda rápidamente. Ésta es Mi Obra, y todo lo que ha sido deshecho por la mano humana, será restaurado de nuevo por Mi Mano.

En cuanto a tus opresores en tu país, no los consideres enemigos, sino como personas que también forman parte de la familia, y, por eso, queridas por Nosotros,
1 que necesitan oraciones. Que tu amor aumente y no disminuya, para que cuando venga a llamarte, pueda encontrar en ti el mismo amor que Yo Mismo tengo por ti. Mi deseo es encontrarte digna de Mi Reino. Acepta tu Cruz y deja que el Padre pague a los que te están injuriando.

(Habló la Santísima Trinidad):

Queridísima por Nosotros, Imítanos.

(Ahora habló sólo el Espíritu Santo):

Yo voy a continuar dirigiéndote y dándote Mis Instrucciones para que estés preparada para Nuestro Reino. Durante Mis Instrucciones a ti, voy a enseñarte a poner las manos sobre tus hermanos y hermanas para que su espíritu caiga en Mi Abrazo. Los muertos 2 van a ser resucitados, Yo los levantaré, aunque no a todos. Soy Yo quien te da vida y aliento. ¿No has oído que es en Mí en quien vives, te mueves y existes?

Yo continuaré entrenándote espiritualmente en Mi Amor, en Mi medida Infinita, para que tus motivos se conviertan en aquellos de Nuestro reflejo, y por tu boca continuaré hablando y resucitando a muchos de tus muertos.

Es el Padre quien te envía a viajar, aunque Yo estoy contigo todo el tiempo. ¡Alma! Continuaré modelándote según Nuestra Imagen, para que cuando tu naturaleza mortal perezca, Yo pueda resucitarte de nuevo,
3 para que entres a Nuestras Cortes.

Confía en Mí, Vassula, y déjame aletear libremente en ti. Déjame respirar en ti para que pueda seguir enseñándote con Sabiduría y Consejo. Todo lo que hago, Mi niña, no es de erudición, sino por Mi Infinita Santidad y Gloria. Mi Conocimiento conlleva la Verdad. Ven y posee la Verdad y todo lo que Yo poseo, que se da gratuitamente a todo el género humano.

Busca Mi Bondad, Mi Paciencia y Mi Tolerancia, para que, en tu debilidad, estos dones puedan conducir a tu mente y a tu corazón a un mayor arrepentimiento. Sí, vive santamente, como Yo Soy Santo... Sé santa en cada una de tus acciones, y no Me dejes huir de Mi morada
4 por falta de santidad.

Que tu lealtad para con Nosotros crezca como Nuestra Lealtad,
5 para preservarte de caer en un letargo espiritual y regresar a las maldades del mundo. Que tu alegría esté en Nosotros.

Hija, ora para que las profecías se cumplan pronto y para que Yo, la total plenitud de Dios, la expresión de tu espíritu, la luz en tus ojos, descienda en medio de ustedes para mostrar al mundo qué equivocado estaba, para mostrar a las Iglesias la iniquidad de su división, y cómo, aunque ellas declaran diariamente que sólo hay un Señor, una sola Fe, un sólo bautismo y un sólo Dios, que es Padre de todos, que está sobre todos, a través de todos y dentro de todos, no tienen caridad unos con otros.

Nosotros no podemos decir: "Has hecho todo lo posible para preservar la unidad que Yo te ofrecí al principio cuando eras todavía un niño
6 y estabas en Mis Brazos. Hoy dices: "Ya no soy un niño y puedo caminar por mi mismo", y desde entonces, dejaste Mi abrazo y te acostumbraste a caminar por tu cuenta...

¡Oh hijo del Padre! ¡Fruto del Hijo! ¡Mi Ciudad y Mi Esposa!
7 Tu fragancia te abandonó... ¿Quedarán sobrevivientes en ti cuando Yo descienda en plena fuerza?

Estoy a sus puertas llamando, si alguno Me oye llamar y abre la puerta, no sólo entraré a compartir su comida, junto a ellos, sino que también grabaré en su carne Mi Nuevo Nombre. Entonces ellos Me llamarán por Mi Nombre y Yo les escucharé y diré una vez más: "Éstos son Mi pueblo, un sacerdocio santo, y Yo viviré entre todos ellos. ¿No han oído "toda carne es hierba y su belleza es como flor silvestre; la hierba se seca, las flores se marchitan, pero la Palabra del Señor permanece para siempre"?
8 Entonces, ¿por que te llamas a ti mismo "Dios" y te entronizas en el Santuario?

Ven, arrepiéntete y déjame guiarte de nuevo a tu divinidad. Si Me permites ser tu Antorcha y Luz, ninguna ley mundana podrá tocarte. Ven, hereda Nuestro Reino con espíritu recto. Pide Mis dones y Yo te los daré. ¿Cómo puedes decir a tu alma: "Alma tienes ahora muchas cosas buenas, toma las cosas como vienen, diviértete y nada en tu fortuna, porque evidentemente la herencia es tuya"?

¡Ay de tu adulterio! ¡Ay de las calumniosas acusaciones que se han hecho por los que caminan con apariencia externa de religión, pero que rechazan el poder interior de la Iglesia! Son en realidad miembros del maligno, sin darse cuenta nunca de que son un desierto y sequía, una miseria andante, penosamente pobre y desnudo además. ¿Cómo pueden creer que Yo pueda vivir en ustedes
9 y ofrecerles Mis Dones, ustedes que están en deuda con el pecado? ¿No han oído cuánto rehuyo el engaño?

Ah, Vassula, qué pocos Me conocen y sin embargo soy Yo, el que mantiene juntas todas las cosas, estoy en todas partes y conozco todo hasta las profundidades de Dios. Deja que tu amor crezca en Mí y tu alegría sea completa en Mí, a fin de que tu espíritu Me cante alabanzas. Deja que tu corazón esté en paz Conmigo y tu espíritu perdone. Lleva con paciencia la Cruz a ti confiada, pues todo lo que haces no es en vano.

Paga la maldad con amabilidad, paga el mal con bondad y amor. Sé atenta con el pobre y el desgraciado para darme Gloria; sé leal y confiada sólo Conmigo, tu Dios.

Tú no estás sola. Yo, el Espíritu Santo, soy tu vida y El que te dirige a Nuestro Reino. Ora sin cesar y sé santa en Mi Presencia.





1 La Santísima Trinidad
2 Muerte espiritual
3 La primera resurrección fue la del espíritu: la conversión. Esta resurrección es la de la muerte
4 El Espíritu habita en nosotros
5 Entre la Trinidad
6 La Iglesia primitiva
7 El Espíritu Santo habla a la Iglesia
8 Is 40,6-8
9 Los miembros de la Iglesia