INICIOINDICEBUSQUEDA
YO HARÉ DE TI MI ALTAR


22.03.87

-Lo que Me gusta es la serenidad. Tú trabajarás con serenidad y no con prisa. He vuelto con Mi libro.
-¿Qué hay en ese libro?
-En este libro Yo he escrito nombres de almas, almas que reavivarán Mi Llama, la Llama de Amor. ¿Quieres leer lo que te indico?
-Sí, Señor. Estoy preocupada por ese librito que no consigo leer.
-Ya lo sé.
-Puedo ver la portada. ¿Es flexible y dorada?
-Sí, su portada es dorada. Mira el interior y lee. "Yo haré de ti Mi altar sobre el cual pondré los ardientes deseos de Mi Corazón. Mi Llama vivirá en ti. Saca de Mi Corazón para llenar tu corazón. Yo, el Señor, conservaré siempre Mi Llama ardiente".
Ahora, ¿quieres besar Mi libro, hija?

(Lo besé. Tenía una pregunta...)

-Te lo diré, es una dirección espiritual para Mis almas elegidas. Ahora lo sabes.

Más tarde la ola de incertidumbre me invadió de nuevo.

-Vassula, no temas. Yo soy Jesús. Escúchame. Bienamada: todas las enseñanzas traen también sus sufrimientos. Por tu parte, es la incertidumbre lo que te hace sufrir. ¿No te he dicho que el sufrimiento purifica tu alma? Acéptalo y déjame libre para hacer lo que es mejor para ti. Déjame obrar en ti. ¿Te parece bien?
-Acepto, si se trata de Ti, Jesús.
-Yo soy Jesús, tu Salvador. Nosotros sufriremos juntos y juntos lucharemos. Toma, apóyate en Mí, ven, leamos juntos.

Más tarde.

-¡Estoy aquí! Vive para Mí, glorifícame amándome. Ven, todo esto es para Mis Intereses de Amor y de Paz. No Me niegues jamás. El demonio intentará siempre entrometerse para parar Mis Designios, pero Yo triunfaré. Así pues, ten confianza en Mí.
-Señor, ¿puedo quejarme de algunas cosas?
-Siéntete libre Conmigo, Vassula.
-Quiero contarte lo que me turba. Probablemente todo lo que yo pienso o digo está equivocado, pero es que haga lo que haga, lo haré mal. De hecho, no tengo ningún soporte sólido sobre el que apoyarme. Estoy aquí y escribo los Mensajes que recibo de Ti. Otras personas tienen revelaciones o mensajes, que vienen de Ti. Pero esas personas, en la mayoría de los casos, se encuentran en los monasterios o en los conventos, rodeados por religiosos, sacerdotes, obispos... Cuando lo sobrenatural intervenía o interviene en la vida de estas personas, cuidadosamente son observadas y seguidas de cerca. Y así, les es muy fácil pasar sus escritos a sus superiores, y de allí, al obispo y después al Papa, cuando todos están de acuerdo en reconocer que esos mensajes vienen de Ti. Probablemente estaré equivocada, pero para que esos superiores los acepten más fácilmente, sería necesario formar parte de su medio, que ellos conocen bien. Entonces estos escritos pueden imprimirse más fácilmente, por lo menos en parte.
Esas personas que Te recibían o que Te reciben y que son bien aceptadas en su medio religioso, se sienten muy aliviadas, pues, si no es así, la palabra puede ser un gran peso.
Yo misma me he acercado a sacerdotes, que eran católicos, sin que yo diera mucha importancia a eso, puesto que católicos o no, todos somos cristianos. En este momento, varios sacerdotes conocen esta revelación y sus opiniones son muy distintas.
Uno de ellos, hasta hoy mismo, dice que estos Mensajes vienen del demonio, o, dicho de otra forma, que yo estoy poseída por un espíritu. Pero yo sé que vienen de Ti, el Dios Todopoderoso. Él ha leído sólo una parte y sin embargo continúa convencido con su primera idea. Él, incluso, ha encontrado esto banal y común, puesto que me ha dicho que hay muchos libros de mensajes y que la mayoría son recibidos por personas que viven en el medio religioso. Cuando él comprenda que no estoy poseída, quizá me diga entonces que se trata de la obra de mi subconsciente. Todo, menos que es Tuyo.
La reacción de otro sacerdote ha sido esta: "Sí, continúa escribiendo, porque es Dios". Él cree que son Tus Palabras, pero está demasiado ocupado para interesarse en ello realmente y seguir Tu Mensaje.
Esto es lo que me extraña. Si él cree que Dios está intentando transmitir un mensaje, ¿por qué no se interesa profundamente por ello?
He hablado a un tercer sacerdote, que me ha escuchado pacientemente, mirando sin cesar su reloj, para decirme después: "Muy bien, muy bien, continúa. ¡Es maravilloso!" Le he invitado a que venga a verme para tratar el tema más extensamente: no le he vuelto a ver.
Otro sacerdote más, después de haber leído dos páginas, se conformó con decirme que no podía emitir ningún juicio y que los católicos deben desconfiar de estas cosas, porque podían también venir del diablo 1 . Él no afirmaba que éste fuera el caso, sino que ellos estaban llamados a la prudencia.
Puesto que todos estos sacerdotes son unánimes sobre las manifestaciones sobrenaturales, ¿por qué no toman en serio estos escritos, intentando entender el fenómeno, y aclararlo? Después de todo ¡también ellos, buscan a Dios!
Finalmente, otro sacerdote me ha dicho que estas son revelaciones del corazón, interiores, y que son de Dios. Me aconsejó que buscara un sacerdote místico para que me dirigiera.
Lo que yo creo comprender es que si yo hubiera sido uno de ellos, esto habría sido más fácil. Al no ser de su medio religioso, todo es más difícil y, además, mi aspecto físico y mi modo de vestir les ha debido chocar.
-Yo soy Jesús. Vassula, apóyate en Mí y reposa. ¡Tiempos, oh, tiempos! ¿Habéis dado vuestra opinión, incluso antes de poner vuestros ojos en Mis Palabras? ¿Fingís glorificarme defendiéndome, cuando en realidad os burláis de Mí?
Vassula, te amo, apóyate en Mí, Mi bienamada.
-Señor, hay otra cosa. Cuando Te comunico mis sentimientos de duda porque estoy dudando, estoy segura de que Te hiero. Si aceptase sin dudar, pero todo esto no viniera de Ti, yo Te heriría también. ¡Haga lo que haga, que dude o que crea, yo Te hiero! Soy la última persona en querer herirte y esta incertidumbre me hace sufrir también.
-Oh, hija, no te aflijas. Nunca creas que el Amor Me pueda herir. Tú lo que haces es alimentarte de Mí. Yo soy Jesús, Jesucristo, y ¡es Mi Pan, lo que tú comes, alma! Oh alma bienamada, no te aflijas más, cree en Mí y siéntete amada por Mí.
-¡Perdóname por ser tan débil!
-Te perdono completamente. Siente cuánto te amo. Tu debilidad es lo que más Me atrae, ¡tu debilidad inefable! Tu miseria sobrepasa todas las palabras. Oh, ven aquí, a Mi Corazón, deja que tu alma se aniquile completamente en Mí. Sé Mi Cielo. Yo te amo. Ahora, ten Mi Paz.


1 Es posible, pero, ¿por cuánto tiempo? ¿Hasta que las masas vuelvan a Dios? Porque las masas ya se están pronunciando y apenas estamos en el principio