INICIOINDICEBUSQUEDA
EL CAMINO QUE CONDUCE A MÍ ES ESTRECHO Y DIFICIL


24.09.1989

Mi alma se gloría en el Señor.
Ven y ayúdame a escucharte, a sentirte,
a fin de que mi alma se regocije en Tu Luz.


Bienamada, siéntete amada por Mí. No peques más. Evalúa todo lo que has aprendido de Mi Boca. Valor, hija. Recuerda que estoy cerca de ti y Yo te digo en verdad que Mi Palabra que te ha sido dada se esparcirá como la bruma de la mañana.

Permíteme utilizarte a diario. Permíteme infundir en ti Mis Deseos Ardientes. Yo quiero que Mi Altar esté constantemente ardiendo en llamas por Mí, tu Dios. Tú estás ligada a Mí y, sin embargo, eres más libre que nunca. Desde el principio jamás te he impuesto nada. Siempre he respetado tu libertad. ¿Recuerdas cómo te conduje, paso a paso, día con día, cada vez más cerca de Mí?

Ora, Mi Vassula, y Yo te daré Mi Fuerza y la voluntad de continuar, perseverando, porque Mis Hombros están fatigados llevando Mi Cruz, y necesito almas dispuestas a servir como almas-víctimas de Mi Amor, para darme descanso y compartir Mi Cruz Conmigo. Yo los amo a todos hasta la locura y no quisiera ver perderse a ninguno de ustedes. Yo necesito compartir Mis sufrimientos con almas generosas.

¿Me comprendes ahora, Mi Vassula? El camino que conduce a Mí es estrecho y difícil. Exigirá de ti muchos más sacrificios de los que Me das ahora, pero Yo te ayudaré a continuar. No tengas miedo como lo haces a veces, Yo te estoy conduciendo a la santificación. Estoy delante de ti todo el tiempo, por lo tanto, no Me resistas. Abandónate a Mí, recuerda cómo Mi Amor salva. Deséame y ponme en el primer lugar. No dejes nunca de orar. No des pie para que el demonio te tiente. Deja de dudar. ¿Por cuánto tiempo más vas a seguir dudando?

Flor, Yo sé que tú eres frágil y débil, pero créeme, Yo llevo tu debilidad sobre Mis Hombros. Yo te llevaré todo el camino hasta Mi Casa. Yo, tu Dios, te he adoptado, ¿no es así? ¿Voy a abandonar, entonces, a Mi hija adoptiva simplemente porque le faltan fuerzas y es todavía miserable? Jamás. Te he adoptado para que seas Mía, y ahora tú eres verdaderamente Mía. ¡Siente Mi alegría! Yo te he levantado con ternura y te he aceptado tal como eres, con todos tus pecados, tus debilidades y tus faltas, para mostrar, por medio de ti, al mundo entero cómo Mi Misericordia se extiende de generación en generación, y cómo, a pesar de sus pecados y sus imperfecciones, Yo los perdono plenamente, y estoy dispuesto a adoptarlos a todos como a Mis hijos para que todos puedan compartir Mi Reino en el Cielo.

Mi Amor se extiende de generación en generación y siempre será así. Tomen Mi Mano, entonces, y déjenme conducirlos a todos a Mi Casa. Vengan a Mí, ahora tal como, son. Yo te amo, Mi niña. Vengan a Mí tal cual son y Yo los llevaré a todos sobre Mis Hombros, con amor, hasta Mi Casa.