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HAN DESCUIDADO MI JARDÍN

05.04.1988

Gloria a Dios. ¿Trabajarás con Jesús?

Sí, Santa Madre. Enséñame, por favor, a obedecerlo, aumentando mi fe, mi amor y mi esperanza.

Lo haré. Esfuérzate por ser dócil, hija. Ten Mi Paz. La Sabiduría te instruirá. Deja todo en Sus Manos, que Él no te fallará. Aquí está Jesús.

(Jesús estaba parado a mi izquierda, mostrándome Su Pie atado al mío).

Recuerda que estos vínculos son para la Eternidad. Yo estoy siempre a tu lado. Ven, ora por la redención de las almas. Deseo que medites sobre Mi Pasión, pues he sido crucificado esta semana. Nunca dudes.

Mirra Mía, embellece Mi Iglesia. No dejes que nadie te quite el don que te he dado. Yo nunca, nunca, dejaré tu lámpara sin aceite. Yo llenaré siempre tu lámpara. Ecclesia te necesita. Hoy, Mi Casa está en ruinas.

¡Vassula! Ustedes deben reconstruir esta Antigua Fundación Mía, renovando Sus muros. Renueven Mi Santuario. Yo Soy El Señor y con Mi Fuerza reconstruirán estas antiguas ruinas y embellecerán Mi Antigua Fundación. Renueven Sus muros y Yo llamaré a todos los muertos a la vida. Despertaré a esos cadáveres y los resucitaré de nuevo a la vida. Este será El Gran Retorno, El Gran Retorno a la Vida, porque Mi Rocío radiante los embellecerá, ¡creación! ¡Yo extenderé Mi Reino y todo el Cielo se alegrará!

Ustedes han descuidado Mi Jardín, pero Yo, El Señor, que Soy su Guardián, los amo apasionadamente y no puedo soportar ver que las espinas y las zarzas están sofocando las pocas flores que Me quedan. Ha llegado el tiempo de limpiar, extirpando esas espinas y zarzas, para permitir que florezcan Mis retoños, y embellezcan Mi Jardín.

La Justicia prevalecerá. Yo, El Señor, permitiré que ellos hagan la Paz Conmigo y aquellos que sean sinceros volverán a Mí, arrepintiéndose. Todos ustedes que Me buscan y que anhelan conocer Mis Caminos de Integridad, vengan y escucharán Mis lamentos desde la Cruz. Yo necesito Amor, Amor, Amor. Abran sus corazones y Yo los sanaré y los consolaré, creación.

¡Pedro! Reúne, Pedro, a todas las naciones. Atráelas dentro de Mi Corazón. Yo llamo desde Mi Cruz. Alimenta a todas Mis ovejas, Pedro. Te pregunto de nuevo, Pedro: ¿Me amas más que éstos otros Me aman? Si tú Me amas más, no dejes que los Caínes te convenzan. Permanece firme. Ellos te pedirán leyes que parecen justas, para tratar a cada alma como a ellos les place. Estas mismas leyes vienen de los hombres. No dejes que te persuadan. Recuerda cómo Soy Yo, El Señor. Yo Soy Manso y Humilde. Sé Mi reflejo.

Si anhelan que Yo Me acerque a ellos, ¿por qué, entonces, no escuchan Mi Voz? Yo estoy a sus puertas, tocando. ¿Por qué se rehúsan a escuchar? Si Me anhelan y no Me escuchan, es por su apostasía, que ha llegado a ser tan espesa como el fango. Ahora, Yo estoy aquí, esperando que Me abran sus corazones, pero ellos Me hacen a un lado, oprimiéndome.

Levanten sus ojos y verán a su Salvador. ¡Reconózcanme! No pisoteen Mis Obras Providenciales, ya que no ofrecen Paz a Mis hijos, por lo que ninguno de ellos los sigue con sus propias tradiciones. Denles Mi Paz. No se sorprendan de los débiles instrumentos que Yo utilizo para manifestarme a través de ellos. Yo Soy Dios y escojo a quien Me place.

Hija Mía, cuenta Conmigo, confía en Mí. ¿Nosotros?


Si, Señor.

Ven.