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Arzobispo Frane Franic

La siguiente introducción escrita por el ahora retirado, Arzobispo Frane Franic, el gran defensor de Medjugorje, fue publicada por primera vez en 1993.


Pero yo estoy del lado de Vassula...

Cuando recibí dos libros escritos por la vidente Vassula Rydén y traducidos al idioma croata por la Sra. Marija-Dragida Vukic, estuve agradablemente sorprendido, más aún porque la traducción fue hecha del inglés, en Belgrado, donde vive la Sra. Vukic. Ella me pidió que escribiera un prefacio para el tercer libro que será publicado en croata. Ya hay cinco volúmenes en inglés titulados la Verdadera Vida en Dios escritos por Vassula Rydén. Es un gran placer para mí escribir este prefacio.

La primero vez que escuché de Vassula fue hace dos años, en 1991, en una revista Católica canadiense, L'Informateur Catholique (El Informador Católico). Una gran parte de esa publicación, en particular, estaba dedicada a Vassula. De allí en adelante, la revista publicó información acerca de ella, regularmente. Una buena mujer Católica que vive en Canadá, quien está muy interesada en Medjugorje, organizadora de peregrinaciones frecuentes, dirigió una fuerte crítica contra Vassula, alegando que hay falsas teorías en los Mensajes, que ella está transmitiendo, por ejemplo: que Jesús se llama a Sí Mismo "Padre Eterno" de los hombres, como si Él se identificara a sí Mismo, en todos los aspectos, con el Padre, negando así la distinción entre el Padre y el Hijo. Esta devota admiradora de Nuestra Señora no está contenta tampoco con la manera en la cual Jesús transmite Sus Mensajes, a través de la mano de Vassula. Ella se refiere a esto como transmisión espiritualista de los Mensajes.

Esta crítica de Vassula, sobre de quien yo leí en la revista que mencioné, era la Sra. Darija Klanac. Tuve el honor de conocerla en el camino a una peregrinación que ella dirigía, de Canadá a Medjugorje. Ella me visitó en Split, en la Co-Catedral de San Pedro, donde yo he vivido desde 1983. Hablé, en francés, a los peregrinos sobre los Mensajes de paz de Medjugorje. La Sra. Klanac también habló, con gran celo, sobre Nuestra Señora. Yo estaba muy feliz de que la Sra. Klanac, una de nuestras croatas casada en Canadá, tuviera tan alta reputación entre los Católicos de ese país. Más tarde, cuando tuvo dificultades con la revista que he mencionado, porque ellos apoyaban a Vassula, noté con qué respeto escribieron sobre su personalidad, esto es, los expertos trabajando para la revista. Esto me agradó.

Pero yo estoy del lado de Vassula, especialmente desde que me dieron tres libros de sus Mensajes en italiano, titulados Paz y Amor. Un grupo de peregrinos italianos, en su camino a Medjugorje, se detuvieron en Split y visitaron la Catedral de San Pedro. Ellos me invitaron a Italia. Así que el 23 de septiembre de 1992, celebré la Santa Misa en una gran Iglesia en Como. La Iglesia estaba llena y ahí conocí a Vassula. Antes de la Misa, ella dio testimonio sobre sus experiencias místicas y sus Mensajes, los cuales con la más grande convicción, se los atribuía a Jesús. Di la homilía sobre el Evangelio del día. Hablé sobre las revelaciones privadas y la importancia que tienen para la Iglesia y el mundo de hoy. Agregué algunas palabras de apoyo para Vassula, dejando el juicio final a la Iglesia. Yo siempre uso esta precaución cuando hablo públicamente sobre los Mensajes de Medjugorje.

Por otro lado, cuando hablo privadamente, expreso mi convicción constante de la autenticidad de las apariciones y los Mensajes de Medjugorje. Confío en la prueba del Evangelio, la que dice que un buen árbol puede ser reconocido por los buenos frutos. Esto es especialmente cierto en cuanto a las conversiones religiosas, los milagros en el orden moral y, más frecuentemente, las experiencias en Medjugorje. Esto ocurre, también, a través de Vassula, quien en sí misma es un milagro, algo para maravillarse. Cierto, ella no hace maravillas en el sentido físico, ya que ella no argumenta tener un carisma de sanación.

Me dieron una copia del cuarto libro de los Mensajes de Vassula, personalmente por la traductora. Me deleitó notar que el prefacio fue escrito por René Laurentin, a quien yo tengo en alta estima. Me he reunido con él, varias veces, en Split, en su camino, hacia y de regreso de Medjugorje. Mientras leía los libros de Vassula, mis primeras impresiones de ella se iban confirmando. Sus Mensajes, de hecho para mí, los Mensajes de Jesús son vivos y auténticos. Estos Mensajes pueden ayudarnos hacia una mejor comprensión de los Mensajes de Jesús en el Evangelio y también para ayudarnos a experimentarlos, de manera personal. Este siempre debe permanecer como el auténtico criterio al juzgar los mensajes privados, al reconocer una saludable experiencia mística. Siempre ha habido y siempre habrá experiencias místicas en la Iglesia. No las debemos de minimizar, sino que debemos dejar el juicio final a la Iglesia.

Cuando conocí a Vassula, en Como, el 23 de septiembre de 1992, tuve la sensación de que ella estaba bajo fuertes ataques de muchos críticos, que escribieron despectivamente sobre de ella. Esto es comprensible, ya que a través de Vassula, Jesús está emitiendo un juicio hacia los teólogos extremistas de nuestro tiempo, quienes se distancian a sí mismos de las revelaciones divinas, por tener demasiada proximidad al mundo. Esto lo supo el Papa Pablo VI, poco tiempo antes de morir. Él empezó a hablar del "humo de Satanás", el cual había entrado en la Iglesia y nublado verdades fundamentales de la revelación de Dios.

Me parece, entre más entiendo estas cosas, que el principal carisma de Vassula es mostrar la PUREZA DE LA REVELACIÓN INTEGRAL DE DIOS. Nada debe ser quitado de la Revelación, ni nada debe de ser agregado a la Revelación. No debe de haber condescendencia al mundo y a la civilización permisiva de nuestro tiempo, la cual penetra incluso, dentro de la Iglesia, causando desorden en su misión salvadora.

La culturización (definida como la relación creativa y dinámica entre el mensaje Cristiano y las culturas) es necesaria como la base de una nueva evangelización. Así dice el Papa Juan Pablo II, siguiendo el Concilio. Debemos respetar las culturas para poder plantar en las personas, de todas las naciones, las verdades reveladas de Dios, fortaleciéndolos con amor, siempre respetando los derechos humanos, nacionales y sociales, y prestando atención a las situaciones sociales. Esta es la verdad; el Concilio Vaticano Segundo lo dice, así como los Papas después de éste. Pero ahí está la verdad, la que nos dice que Cristo y Su Palabra juzgan a todas las culturas, a todos los derechos humanos, nacionales y sociales. No es, por el contrario, las culturas quienes juzgan a Cristo, sino Cristo quien las juzga. Cristo protege, promueve, dignifica, eleva a un nivel más alto, al nivel de Dios, todas las culturas.

Por esto, no tengan miedo de "abrir la puerta a Cristo". Él es nuestro Creador, nuestro Amigo, Él es nuestro "Padre Eterno", junto con el Padre y el Espíritu Santo. Él sabe lo que necesitamos para lograr nuestra pequeña felicidad terrena y nuestra gran felicidad celestial.

La Iglesia, junto con el Papa y bajo el Papa, como la cabeza visible de la Iglesia y el Vicario de Jesucristo, transmite las enseñanzas salvadoras de Cristo. Eso es lo que Jesús nos está diciendo a través de Vassula, aunque ella deja muy claro que ella pertenece a la Iglesia Griega Ortodoxa. De esta manera, ella muestra el camino al ecumenismo saludable, el ecumenismo que, hoy, está atravesando su Calvario. Pero el ecumenismo es la obra de Dios, así que debe pasar por su Calvario como Cristo Mismo. Que Dios nos proteja para que el Calvario no se propague por el mundo entero.

El ecumenismo, a través de su Calvario, tendrá su resurrección. Parece que este es el centro de todos los Mensajes que Jesús nos está dando, a través de Vassula Rydén, griega Ortodoxa, que ahora vive en Suiza.

+Frane Franic, Arzobispo Retirado de Split
Anteriormente Presidente de la Comisión Teológica Episcopal de Yugoslavia
Split, Yugoslavia



Inmediatamente después de la Notificación, en 1995, el Arzobispo escribió lo siguiente en una carta a Patrick Beneston:

"Ante Dios, yo declaro que la Señora Vassula no ha merecido condenación por sus libros, sino elogios, por la integridad de la fe contenida en sus libros, especialmente sobre la completa primacía del Pontífice Romano, sobre la Bendita Virgen María, la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, los Sagrados Corazones de Cristo y la Inmaculada Virgen María. Yo no he podido encontrar ninguna falsa doctrina en lo que ahora son siete volúmenes de la serie titulada la Verdadera Vida en Dios, los que he leído cuidadosamente. Me avergüenzo de leer que una persona tan valiosa ha sido objeto de la Notificación por la Santa Sede y sin habérsele dado una oportunidad para defenderse.

Después de que se escribió esta carta, el Cardenal Ratzinger ha aclarado que Vassula no ha sido condenada de ninguna manera. Ver esta página.


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