Enviado: Jueves, 31 de enero de 2002

Asunto:  El Patriarca Bartolomé

 


El Patriarca Bartolomé, de Constantinopla, es mencionado en el Mensaje
dado a Vassula el 4 de julio de 1994, el cual se puede leer en:
http://www.tlig.org/spmsg/spm864.html


La siguiente entrevista fue realizada por la organización noticiosa
Zenit www.zenit.org.

El Patriarca fue uno de los primeros en responder, entusiastamente, a la
invitación papal para participar en un Día de Oración en Asís, el cual
se llevó a cabo la semana pasada.

El Patriarca, de 62 años, considerado el "primero entre iguales", entre
varios patriarcas, ha sido el guía espiritual de 270 millones de
Ortodoxos, durante los últimos 11 años. Bartolomé I nunca pierde una
oportunidad de dialogar con otras Iglesias Cristianas, especialmente con
la Iglesia Católica. "El Papa y yo somos buenos amigos", dice a menudo.




PREGUNTA: Su Santidad, ¿cuáles fueron las razones que lo motivaron a
asistir a Asís?

Bartolomé I: Como primer Obispo de la Iglesia Ortodoxa, primado del
trono ecuménico, alegremente, respondí a la invitación fraternal de Juan
Pablo II, el Papa de Roma, en armonía con el imperativo más urgente de
nuestra era: Todos aquellos que respetan a Dios, y aman al hombre, deben
estar listos para dar testimonio en favor de la paz, y luchar para
obtenerla.

Por nuestra parte, empezamos en este camino hace mucho tiempo.
Consideramos esto como nuestro deber, y lo llevamos a cabo con gusto,
también aquí, en Asís, donde deseamos dar testimonio de la fe y
esperanza de la Iglesia Ortodoxa.


PREGUNTA: Después de los acontecimientos del 11 de septiembre, existe un
riesgo de un choque de civilizaciones, en la cual, la religión, se
convierte en un motivo de conflicto. ¿Cómo puede evitarse tal
escenario?.

Bartolomé I: Si se observa, cuidadosamente, no hay nada nuevo. El debate
sobre el choque de civilizaciones ha durado por años. Los
acontecimientos del 11 de septiembre, lo han destacado, trágicamente,
con el terrible alegato de relacionar el terrorismo a una religión.

Con objeto de luchar contra tales aberraciones, debemos caminar juntos
por el camino de la coexistencia fraterna, el amor y la paz. Sin
embargo, esto, a su vez, requiere un cambio verdadero de mentalidad,
rompiendo con los conceptos y prácticas del pasado. Sobre todo, requiere
del arrepentimiento y el perdón.

PREGUNTA: Se habla de un diálogo con el Islam. ¿Cómo puede empezar?.

Bartolomé I: Actualmente, el diálogo interreligioso es más necesario que
nunca. La situación creada, después del 11 de septiembre, debe
exhortarnos a un diálogo con el Islam, basado en la responsabilidad,
sinceridad y respeto recíproco. Estas son condiciones esenciales para el
diálogo.

PREGUNTA: El Patriarca Ecuménico de Constantinopla se encuentra,
actualmente, en territorio Islámico. De esta experiencia, ¿qué
sugerencias piensa usted que le puede dar a los Cristianos de Occidente,
que viven con la presencia de los fieles Musulmanes?

Bartolomé I: Ustedes, los Occidentales, dan la impresión de haber sido
sorprendidos por la presencia Musulmana y, a menudo, reaccionan de
manera confusa y errática. Por el contrario, el Patriarcado Ecuménico, y
de manera genérica, nosotros, los Cristianos del Este, tenemos una larga
experiencia.

Hemos coexistido con el Islam, ininterrumpidamente, desde su nacimiento.
La coexistencia, no siempre, ni en todas partes, ha sido pacífica - ni
siquiera hoy en día. A pesar de esto, podemos decir que ha habido y hay
coexistencia.

Desde los tiempos del Imperio Bizantino, el Patriarcado Ecuménico ha
buscado un diálogo teológico con el Islam. Sin embargo, existe también
el diálogo existencial, que se ejercita en la diaria coexistencia entre
los hombres de diferentes creencias. Pienso que el Occidente puede
aprender algo sobre el diálogo y la coexistencia interreligiosa,
observando la experiencia del Este.

PREGUNTA: ¿Cuál es su opinión sobre la guerra contra el terrorismo,
iniciada después de los ataques a los Estados Unidos?.

Bartolomé I: El terrorismo y la guerra, en cualquier forma y por
cualquier motivo, son siempre una tragedia. El mal que se desató el 11
de septiembre puede ocasionar una secuencia infinita de otros males. Sin
embargo, nosotros los Cristianos, sabemos que el mal no se derrota con
el mal.

PREGUNTA: ¿A qué se refiere?.

Bartolomé I: Me refiero, sobre todo, a la incapacidad de prevenir la
tragedia. Quizás no se hizo todo lo posible. También, el diagnóstico y
la terapia adoptada, no están dirigidas a las raíces del mal, a las
causas que han favorecido al terrorismo. Dichas omisiones no serán
perdonadas en el futuro.

PREGUNTA: ¿Puede la reunión en Asís reiniciar el diálogo interreligioso,
especialmente, entre el Cristianismo, el Judaísmo y el Islam?.

Bartolomé I: Esta es la gran esperanza. Esperamos que el Día de Oración
para la Paz renueve la voluntad de cooperar, en todos aquellos quienes
participan.

PREGUNTA: ¿Qué punto ha alcanzado el diálogo ecuménico?. ¿Las visitas de
Juan Pablo II, a Grecia y a Ucrania, han significado un paso adelante?.

Bartolomé I: El camino ecuménico, que ha dado mucho fruto, todavía, no
ha sido capaz de manifestar la unidad de los Cristianos, de una manera
clara y visible, para que también sea reconocida por el mundo. Esto es
también verdad en cuanto al diálogo entre los Ortodoxos y los Católicos
Romanos.

Hay una necesidad de renovar el impulso ecuménico. Desde esta
perspectiva, los viajes de Juan Pablo II son, ciertamente, un gran
testimonio del deseo de la unidad.

 


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