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CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN

26.01.1992

Vassula de Mi Sagrado Corazón, ¿quieres consagrarte enteramente a Mí?

Sí, mi Señor, yo quiero.

Entonces, di estas palabras:

Sagrado Corazón de Jesús,

ven e invádeme completamente
para que mis motivos sean Tus Motivos,
mis deseos Tus Deseos,
mis palabras Tus Palabras,
mis pensamientos Tus pensamientos,
después déjame entrar en lo
más profundo de Tu Sagrado Corazón.

Anonádame por completo.
Yo, Vassula, adoraré Tu Sagrado Corazón,
desde el fondo de mi corazón.
Prometo servir a Tu Sagrado Corazón
con un fuego interior. Te serviré con celo,
con más fervor que antes.

Soy débil pero sé que Tu Fuerza me sostendrá.
No me permitas perderte de vista
ni dejes que mi corazón se dirija hacia otro lado.
Yo, Vassula, buscaré sólo Tu Sagrado Corazón
y Te desearé únicamente a Ti.

Sagrado Corazón de Jesús,

hazme detestar todo lo que es
contrario a Tu Santidad y a Tu Voluntad.
Purifícame una y otra vez y no permitas
que ningún rival permanezca dentro de mí.
Desde hoy, estrecha los lazos de Amor
con los cuales me has sujetado,
y haz que mi alma tenga sed de Ti
y mi corazón anhele de amor por Ti.

Sagrado Corazón de Jesús,

no esperes más. Ven y consume todo mi ser
en las Llamas de Tu ardiente Amor.
Que todo lo que yo haga a partir de ahora
sea únicamente para Tus Intereses y para Tu Gloria,
sin buscar nada para mí.

Yo, Vassula, Te consagro mi vida a Ti y,
a partir de hoy, quiero ser la esclava de Tu Amor,
la víctima de Tus Ardientes Deseos y de Tu Pasión,
un bienhechora para Tu Iglesia, y el juguete de Tu Alma.

Haz que mis actitudes se asemejen a las de Tu Crucifixión,
a través de la amargura que experimentaré
ante la sordera de las almas y al verlas caer.
Concede a mi alma todo lo que ella pueda soportar.

Sagrado Corazón de Jesús,

no me niegues Tu Cruz, como el Padre no Te la negó a Ti.
Detén mis ojos, mis pensamientos y mis deseos
para que sean cautivos de Tu Sagrado Corazón.

Soy indigna y no merezco nada,
pero ayúdame a vivir mi acto de consagración
siéndote leal, invocando incansablemente
Tu Santo Nombre. Haz que mi espíritu
rechace todo lo que no seas Tú.

Sagrado Corazón de Jesús,

haz soportar a mi alma, más que nunca,
las Señales de Tu Cuerpo,
para la conversión de las almas.
Yo, Vassula, someto voluntariamente
mi voluntad a Tu Voluntad, ahora y siempre.
Amén.

Y ahora, Mi Espíritu descansará en ti ... Vassula, Me complace verte pasar tu tiempo Conmigo. Todos tus sacrificios hechos en Mi Nombre no serán en vano.