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YO, DIOS, ESTOY CON USTEDES


8.07.91

Mensaje para los prisioneros de la Penitenciaría de Kansas City, Estados Unidos de América

- Observen, Soy Yo, Jesús de Nazaret, que vengo a ustedes, hablando a través de este débil instrumento.

Yo les digo: el mundo aún no ha conocido, del todo, la Paz que Yo les he dejado, porque el mundo rechazó Mis Caminos de Rectitud. Yo he dicho que en el mundo ustedes tendrían problemas, pero no están solos, NUNCA. Yo estoy con ustedes cada minuto de su vida. Yo estoy siempre presente, amados de Mi Alma. Hoy, les estoy enviando a este instrumento Mío, hasta su puerta. Ella no vino a ustedes porque ella lo haya elegido. No, Yo elegí enviarla a ustedes, y por lo tanto, lo que ella les lea es lo que Yo les digo:

- Mis pequeños hijos, Mi Retorno es inminente; Yo regresaré a ustedes. El Amor regresará como Amor. Se los he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando vean la evidencia de Mis Palabras, puedan creer. Vengan a Mí tal como son; no esperen a ser santos para caer en los Brazos de su Salvador. Vengan a Mí tal como son y Yo les perdonaré sus pecados que atan su alma.

¡Ah, creación! La Misericordia se inclina hasta ustedes. Acércate a Mí, no Me temas; un hombre no puede tener un amor más grande que haber dado Su Vida por sus amigos; ustedes son Mis amigos. No digan: "¿Qué puedo yo decir? ¿Cómo puedo yo hablar? Desde el amanecer hasta la noche y desde la noche al amanecer, alzo mi voz pero nadie oye mis súplicas. ¿Quién me escuchará?". Y sin embargo, Yo les digo, Yo, el Dios Viviente, los he escuchado. Soy Yo, quien entra en su habitación para decirles, con Mi Corazón en Mi Mano: Yo te amo, hijo Mío, y te traigo Mis Bendiciones para que florezcan en tu corazón.

Hijo Mío, toma Mi Sagrado Corazón, es todo tuyo. Toma este Corazón que te ama, no Lo rechaces. Yo soy Aquél que más te ama.

Mira, hijo Mío, cuando veas huellas que no son las Mías, no pongas tus pies en ellas, pues sólo te llevarían a tu muerte. Mis Huellas, hijo Mío, te muestran que voy descalzo, están manchadas de Mi Sangre y perfumadas de mirra. Hijo Mío, las Cinco Llagas de Mi Cuerpo están, de nuevo, totalmente abiertas y Mi Manto está empapado en Sangre. Estoy vestido de saco y andrajos, por las iniquidades y pecados de esta generación. Mis Labios están más secos que un pergamino por falta de amor. Falta el amor, ya que esta generación amontona una traición sobre otra y Me conduce, incesantemente, de nuevo a la Cruz, para ser crucificado otra vez.

Es a tí a quien busca Mi Corazón. Eres tú quien puede consolarme, eres tú quien puede ser bálsamo y aliviar Mis Llagas. Es por ti, bienamado, por quien Mi Corazón levanta la voz para llegar a ti. Ven, Yo, Jesús, te llevaré sobre Mis Hombros y te conduciré a Mi Casa, que también es tu Casa.

Dame tu amistad, dame tu amistad y Yo me convertiré en tu Santo Compañero todos los días de tu vida. Yo, el Señor, no privaré a nadie de Mi Misericordia, ni de Mis Gracias.

Yo los bendigo a todos desde el fondo de Mi Sagrado Corazón. Yo, Dios, estoy con ustedes.