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LA GRAN APOSTASÍA

12.05.90

Mensaje para Lens, arriba de Sión, Suiza.

La paz esté con ustedes, hijos bienamados. Mi Corazón canta de alegría por tenerlos a todos unidos aquí en Mi Amor. Sus oraciones son como música a Mis Oídos. Vengan a Mí y Yo llenaré su espíritu con Mi Espíritu. Vengan a Mí como están y Yo los levantaré para hacerlos santos, bienamados.

Mi Cruz llama hoy a la Santidad, Mi Voz resuena en los cuatro confines de esta tierra para recordarles a todos que Yo soy Santo y que ustedes deberían vivir santamente.

Oh generación... ¿acaso no sé qué débiles son? Su era ha creado imágenes desagradables a Mis Ojos y nada es de acuerdo con Mi Mente; y en esta Babilonia que han creado Yo desciendo para encontrar a la mayoría de Mi creación encarcelada; sí, cautiva por el maligno quien la alimenta de ateísmo, de racionalismo y de iniquidad. ¿Acaso no veo Yo todas estas cosas? Las súplicas de los santos han alcanzado Mis Oídos. Yo les digo que ahora estoy como en un Fuego y ya no esperaré mucho más tiempo. No los dejaré mucho más tiempo en esta oscuridad, Yo regresaré a ustedes. En corto tiempo el mundo Me verá de nuevo. Sí, el Amor descenderá sobre ustedes y vivirá entre ustedes.

Pero antes de que sus árboles empiecen a florecer con ramas majestuosas de tupido follaje y altos troncos, y antes que los pájaros del cielo empiecen a anidar en sus ramas, y antes que Yo despliegue ríos para regar su suelo sediento, enviaré del Cielo Columnas de Mi Fuego Purificador. Yo pretendo purificarlos a todos. Muertos estarán los días en que los muertos se regocijaban en presencia de los muertos... Después de esta purificación, ustedes hablarán un sólo lenguaje, Mi Propio Lenguaje, llamado: AMOR, DIVINO AMOR.

Yo pretendo destruir todo mal y toda maldad. Es por esto, que en esos días, Mi Velo será arrojado sobre el sol, la luna y las estrellas. Yo cubriré el sol con nubes oscuras y la luna no les estará dando su luz. Yo oscureceré para ustedes cada luminaria del cielo y cubriré sus países en oscuridad, para que Babilonia cese de casarse entre sí con el pecado. Entonces, ella adoptará Mi Ley de Amor, porque colocaré a sus renegados en llamas. Si su era ha fracasado en apreciar Mi gran Amor y ha mancillado Mi Santo Nombre, es a causa de la gran apostasía que penetró en el corazón mismo de Mi Santuario.

Hoy, generación, Mi Espíritu de Gracia viene a ayudarlos más pródigamente que nunca antes. ¿Ven? Yo estoy levantando, en cada rincón de la tierra, nuevos altares para santificar sus tierras y para santificarlos a todos. Es por la Gracia que Yo tengo la intención de levantarlos y hacer de ustedes altares vivientes llevando Mi Llama, porque dentro de ustedes estará viviendo Mi Espíritu de Santidad, un Espíritu Único, Sutil, Inmaculado y Puro. Entonces, Yo los enviaré a través de toda la tierra y su mensaje será proclamar Mi Amor Infinito y Yo les prometo, a ustedes que Me aman, que en esos días de oscuridad que vendrán sobre el mundo entero, Yo los mantendré a salvo y los encerraré en las profundidades de Mi Sagrado Corazón. Yo estaré con ustedes.

Pero ¡ay de todos aquellos que pasan su tiempo derribando y pisoteando Mis altares! ¡Ay de aquellos que matan a Mis profetas! ¡Ay de estas almas! ¡Ay de aquellos que siguen a la bestia negra! ¡Ay de todos aquellos que rechazan Mis advertencias, las desdeñan y las ignoran! En esos días de tinieblas, Me llamarán, pero Yo no responderé... Cinco de Mis Llagas están bien abiertas y Mi Sangre está brotando nuevamente. ¡Arrepiéntete, generación, arrepiéntete!... Piensen dos veces antes de abrir sus labios para hablar.

Búsquenme con su corazón y no con su mente. Imítenme a Mí, su Dios; síganme en Mis Huellas. Pregúntense esto antes de hablar: "¿qué habría dicho Cristo en esta situación?" o "¿qué habría hecho Cristo en esta situación?". Piensen dos veces antes de abrir sus labios. No dejen que sus labios sean la causa de su caída. No dejen que su espíritu los haga equivocar. Imítenme y sean el perfecto reflejo de Mi Imagen.

Aun cuando sean incapaces de orar propiamente, Mi Espíritu orará por ustedes. ¿Ven? Yo nunca los abandono... Incluso cuando ustedes fracasan en apreciar Mi gran Amor, a causa de Mi Santo Nombre, Yo Me inclino aún más hacia ustedes para elevarlos a Mí y, en Mi amorosa bondad, Yo perdono sus pecados. En el momento en que abren la boca para invocarme, Yo corro apresuradamente hacia ustedes y coloco Mi Oído sobre sus labios... y cada palabra que pronuncian consuela Mi Corazón y Me regocija.

Regresen a Mí con todo su corazón y dejen que sus oraciones lleguen a Mí, porque no son aquellos que Me dicen: "¡Señor! ¡Señor!, quienes entrarán en el Reino de los Cielos, sino la persona que hace la Voluntad de Mi Padre en el Cielo".
1 Así que hablen con amor y Yo los escucharé; den con amor y Yo los conoceré; oren con amor y las puertas de Mi Reino se abrirán para recibirlos; actúen con amor para que Yo les pueda decir: "¡Tú eres Mío, tú eres Mi semilla, ven a tu Padre!". Yo soy Amor y cualquiera que vive en el amor, vive en Mí y Yo vivo en él. Hagan la Voluntad de Mi Padre en el Cielo para que entren en Mi Reino.

Recuerden que la Raíz del Árbol de la Vida es el Amor. Oren más con su corazón, hijos Míos, y siéntanse con la confianza de que Mi Oído está cerca de sus labios. Yo los bendigo y bendigo cada paso que den. El Amor los ama. Recuerden Mi Presencia. Yo les dejo Mi Suspiro de Amor en sus frentes. Sean uno.




Más tarde:

Los hombres se han degradado y se han degenerado... Si tan sólo renunciaran a su locura... Ora, hija. Sin embargo, aún en su estado de degeneración, los amo y lloro por su atrofia.

Yo había estado con Jesús en el dictado. Cuando Él terminó de dictarme, me apresuré para hacer otras cosas, sin bendecirlo ni alabarlo. En mi maldad, Lo traté como si sólo fuera un ser humano quien dicta un mensaje, olvidando de cierta manera, Su Divinidad. Me sentí muy avergonzada, así que regresé rápido hacia Él y Le pedí que me perdonara. Cuando Él me dijo todo esto, Él no parecía sorprendido, sino tranquilo, pero triste.

14.05.90

Señor y Redentor, escucha mi oración.
Escucha, Señor Todo Misericordioso,
mis oraciones verdaderamente son atróficas,
yo soy pobre y necesitada, pero estoy aquí,
y desde este desierto pido Tu ayuda.
Tú conoces nuestras necesidades
y seguramente has oído
las súplicas de los moribundos.
¡Con sólo una Bendición Tuya, Señor,
ellos serán curados!

Yo, Quien te saqué de Egipto, tú sólo tienes que abrir tu boca para que Yo la llene y haré lo mismo con todos tus hermanos.




1 Mateo 7,21