17.10.1989
Grecia, Isla de Rodas

¿Señor mío? Yo Soy. Recuerda Quién te guía. Sincronízate Conmigo. Pide siempre con tu corazón y te será concedido. Las oraciones que vienen de tu corazón son como una dulce melodía en Mis Oídos.

22.10.1989

De alguna manera, en esa única semana que estuve en Rodas, las personas que siguen esta Revelación organizaron dos reuniones de oración con los sacerdotes Católicos y Ortodoxos del lugar. Se puede decir que San Francisco y el Padre Pío, junto con San Basilio, conducidos por Nuestra Santa Madre del Perpetuo Socorro, organizaron esas reuniones inesperadas. Una se realizó en la Iglesia Católica de San Francisco y la otra en la Iglesia Griego-Ortodoxa de Annalypsis. ¿Papá? Yo he clamado como Tú me lo pediste en el Mensaje del 30 de septiembre. He proclamado la Verdad. Mira, hija Mía, no te desconciertes, porque Yo soy el Altísimo, y desde lo Alto, Mi Palabra desciende a ti. Yo vengo a revivir Mi Iglesia. Recuerda siempre esto: ningún poder, ni altura o profundidad jamás podrá destruir Mi Iglesia. Mi Iglesia será restaurada de nuevo por Mí. Vassula Mía, tú no eres nada, eres nada en absoluto, y sin embargo, Yo puedo utilizarte eclipsando lo que eres "tú". Mi Espíritu puede hablar y obrar en ti. Mi Espíritu no debería encontrar ningún rival en ti. No temas, aun cuando Mi Espíritu se encuentre con un rival, Yo siempre Me aseguraré de extirpar a este rival. Abandónate a Mí cada día. Estate dispuesta a hacer Mi Voluntad y déjame el resto a Mí, tu Dios.