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EN TIEMPOS DE PERSECUCIÓN


4.09.89

En plena persecución.
-En Ti mi alma encuentra su abrigado refugio, hasta que la tempestad desencadenada llegue a su fin. Dirijo mi oído hacia el Cielo para escuchar Tu Tierna Voz, siempre tan consoladora. No tengo nada que temer. Tu Santa Presencia a mi lado me consuela. Nadie puede reemplazar Tu fidelidad. Tú eres ahora mi dueño, el Altísimo, el Señor de los Señores, mi Redentor, y por eso me abandono totalmente a Ti. Pongo mi alma y mi corazón en Tus Manos Divinas. Amén.
-La Sabiduría, Mi niña, es tu Maestra y tu Educadora. Ven, échate en los Brazos de Abba 1 para ser consolada. No encontrarás nada mejor. Pon tu confianza en Mí, ofréceme tus pesares, y haré buen uso de ellos. Ven y déjame servirte de refugio. Yo he dicho que velaré por ti, y no permitiré a los torrentes de tus perseguidores, que son en realidad Mis perseguidores, arrastrarte a sus remolinos tumultuosos. Mientras más te persigan, Mi niña, más te levantaré y te bendeciré Yo, el Señor. No lo olvides nunca. Ten confianza en Mí, que tus oraciones sean como el incienso. Permíteme servirme de ti como Mi cebo, para los ateos. Todos estos sacrificios no serán vanos. Recuerda, Mi Sagrado Corazón es tu Morada. ¿Nosotros?
-Nosotros, mi Señor.
-Sé buena.

4-09-89

Mensaje de nuestra Santa Madre para la reunión de oración del 15 de Septiembre en la Capilla del convento de los Capuchinos, en Saint Maurice.

-La paz esté con todos vosotros. Sólo Dios es Sabiduría, escuchad la Voz de la Sabiduría, que os grita en este desierto. Abrid vuestros oídos y reconoced Su Voz. Jesús os invita a todos, uno tras otro, a volver a Él, a volver al Amor y a seguirle por las huellas de Sus Pasos. Mi Hijo es consciente de vuestra debilidad y vuestras faltas, pero vosotros no os preocupéis si os abandonáis enteramente en Sus Manos Divinas y confiáis en Él. Venid a Él tal como sois, y ofrecedle vuestra voluntad, ofrecedle vuestro amor, ofrecedle vuestros sufrimientos, vuestros dolores, vuestras angustias, vuestros problemas. Ofrecedle todo, tened confianza en Él. Permitidle conduciros a las profundidades de Su Sagrado Corazón donde encontraréis Su Paz, la Paz que vuestra alma tanto necesita.

Yo quiero que estéis siempre en guardia contra el demonio que fomenta disturbios, divisiones y confusión, y más que nunca está luchando contra el Plan de Dios de Salvación. Él engaña hasta a los elegidos y los confunde, pero cualquiera que invoque el Nombre del Señor será escuchado y salvado de caer; pero los que escuchen la voz del maligno no lograrán reconocer la Rectitud que viene de Dios y no llegarán a reconocer la Voz del Amor. Recordad siempre que los pasos de quienes traen buenas nuevas son un sonido grato.

Orad, hijos amados, con vuestro corazón, y acoged al Espíritu que ahora se está derramando sobre muchas naciones. Sentid cómo los días del Retorno del Amor se acercan y cómo la Gracia se ha derramado en abundancia en tantos de vosotros.

Terminaré Mi Mensaje recordándoos que habéis sido creados por amor para el Amor, para amar a vuestro creador, y que todo lo que se hizo para existir ha sido hecho por Él y para Él. Así, pues, alabadle y dad gloria a Aquel que os ha creado. Complacedme a Mí, vuestra Madre. Meditad y vivid Nuestros Mensajes.

Yo os bendigo a todos. Bendigo a vuestras familias. Yo, vuestra Santa Madre, os amo a todos.


1 Padre