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NO TE RETIRES NI DÉS PATADAS A MIS LADRILLOS, QUE RESTAURAN MI CASA


9.03.88

- Señor, ¿has oído? El Padre Vassili ha cambiado de parecer El dice ahora que todo este Mensaje proviene del demonio. Dice también que Tú solamente te acercas a las almas cuya fe en Tí es madura, y no a las almas indignas.


- Hija Mía, he aquí otra persona, que todavía debe aprender a creer en Mi Misericordia Infinita y en Mi Riqueza Infinita. Escríbele Mi Mensaje:
¿Por qué pisoteas a Mi flor? ¿No te he dado Yo ojos para ver y oídos para oír? ¿No adviertes? Yo Soy El Señor Jesucristo, el Bienamado Hijo de Dios. Soy Yo. Soy Yo Quien detiene el crecimiento de los grandes árboles y Soy Yo Quien hace prosperar a los pequeños. Cuida con ternura Mis obras de hoy, cree en Mis obras Providenciales. Yo te he enviado a Mi hija para iluminarte con Mis Obras. Yo, El Señor, Yo Soy Riqueza Infinita. No temas. ¿Cómo podría Yo ver dispersos a Mis corderos? Yo he venido a recuperarlos y alimentarlos. Yo he venido para embellecer Mi jardín, Yo he venido para regar este Desierto. No piséis a Mi flor. Ven a Mí y arrepiéntete. No escuches la voz de Satanás. Yo os amo infinitamente y por esto, Yo he venido a uniros a todos, ¡Creación! Camina Conmigo, tu Dios, no te retires y no des patadas a Mis ladrillos, que restauran Mi Casa, esta Casa que hoy día está en ruinas. ¡No dudes nunca de que Soy Yo, El Señor!
Vassula, apóyate en Mí, permanece junto a Mí. Deja que Mi Mano estreche tu mano. Yo, El Señor, te amo. ¿Nosotros?
-
Sí, Señor Jesús.
- Ven, pues.