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CON TODO MI CORAZÓN, LOS AMO

25.11.1987

Bienamada, tú no tienes que temer, porque Yo he trazado Mis planes mucho antes de que nacieras. Desde toda la Eternidad, Yo supe que Me ibas a servir. Bienamada, no atormentes tu corazón sobre lo que dirás o harás, porque Yo, El Señor, pondré Mis Palabras en tus labios. Yo te estoy conduciendo, tu estás en Mi, en Mi Amor. Yo te he consagrado, tu eres bendecida. Yo te estoy conduciendo a las grandes profundidades de Mi Cuerpo Sangrante. Cumple Mi deseos haciendo Mi Voluntad. Yo te favoreceré dandote la gracia de alcanzar el discernimiento. Permanece en Mi. Dame tus debilidades, alma bienamada, dámelas todas y deja que Yo las aniquile. Tu cumplirás toda la misión que yo te he asignado. Confía en Mi y Yo te sostendré, bendecida por Mi Mano. Guárame en tu corazón, como yo te guardo en el Mio, para poder impregnar a otros. Yo, El Señor, te bendigo y todas tus empresas. Vassula, Toma Mi Mano y sígueme, ¿Ves?

Jesús me llevó, yo tras de Él, dentro de la Basílica de San Pedro. El señaló con Su Brazo extendido y Su índice a una figura solitaria. Era el Papa Juan Pablo II. Allí estaba sentado, sólo, pensando. Parecía estar sumido en sus pensamientos.

¿Ves, Vassula? Él está esperando, está esperando.

Padre, que Tus designios se cumplan. Amén.

Mis Mensajes tienen que serle entregados, cumpliendo todo lo que está escrito.

Ven, bienamada, el momento está cerca, no temas. Recuerda que estoy delante de ti; lo que he empezado y bendecido, lo terminaré. Ven, El Amor te ama y te guía; mantén tu mano en la Mía. ¿Nosotros?


Sí, Señor. Juntos.



Oh, cómo te amo Jesús. Jesús, Quien viene con Su Corazón en Su Mano, ofreciéndolo a nosotros. ¡El Amor con Su Corazón tan Tierno viene de nuevo para ayudarnos a desenredarnos de las redes de Satanás! ¡Te amo, Señor!



Bienamada, ¿cómo podría Yo ver todo esto y dejarte? Yo te amo con todo Mi Corazón. Con todo Mi Corazón los amo a todos.

(¡Sentí Su Corazón y es inexplicable cuánto Amor nos tiene Jesús!)