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SOY TU ÚNICO AMOR - MI CRUZ ES LA PUERTA HACIA LA VERDADERA VIDA


8.11.87

- ¿Jesús?

- Yo Soy. Si no te hubiera liberado seguirías todavía en un sueño profundo.


- Estoy avergonzada por ello y efectivamente soy, la menos indicada para hablar. Haga lo que haga para tratar de reparar y agradecerte, Señor, no podré nunca ni acercarme a todo lo que Tú me has dado y hecho de nuevo por mí. Incluso cuando te pido por alguien, me siento culpable y titubeo ¿cómo podría yo atreverme a rezar por otros, que son mejores que yo? ¿Cómo una miserable como yo puede interceder por alguien que es mejor? Me recuerda tus palabras sobre la paja en el ojo de uno y la viga en el de otro. Me siento como el de la viga, como si tuviera un bosque entero. ¿Cómo siendo así me voy a atrever a decir algo? A no ser, Señor, que me liberes. Te pido y, permíteme que Te lo pida. que me purifiques y tengas piedad de mi alma. Si Tú quieres. hazme digna para poder rezar por mis semejantes con dignidad.

- Vassula, Me encanta oírte decir esto, porque hasta que no te des cuenta de lo indigna que eres, no empezarás el camino de la perfección.

- Si es Tu voluntad, permíteme, Padre, que pida Tu ayuda.

- Hija Mía, llena tu lámpara de Mí. No esperes. Crece en Mi luz, pequeña. El que crea en este Mensaje no estará creyendo en ti, sino en Mí. Yo, la Luz, desciendo al mundo a través de ti, para que el que crea en Mi Mensaje, no esté más en las tinieblas. Tus testigos saben la verdad: que estas palabras no son tuyas. No, Vassula Mía, todo lo escrito viene de Mí, El Señor. En verdad te digo, que el que te recibe Me recibe.

- No, Señor mío, ¡no soy digna!

- ¿Por qué, Vassula, acaso no te he purificado? ¿No te he ungido para que seas Mía? Yo, efectivamente, Me manifestaré a través de Ti. Así pues, hónrame, hija Mía. Ven, te enseñaré Mis caminos. Tú y Yo. Déjame respirar en ti; déjame descansar en ti, hija Mía; déjame que descanse de los que hieren Mi alma. Oh, Vassula, si tú supieras... Mi Sangre está brotando hoy otra vez.

- Oh, Dios, ¡y hoy es Domingo! ¿Por qué?

- Pequeña, están atravesando Mi Corazón una y otra vez.

- Dios mío ¡deja que me lo atraviesen a mí en m lugar!

- Óyeme, así será: te atravesarán. Ahora ven, deja que descanse en ti. Comparte Mi Cáliz, hija Mía.

¿Por qué, por qué es así? ¿qué es lo que pasa? ¿Por qué están haciendo esto a nuestro Dios, un Dios de Amor, de Paz, un Padre, un Amigo? ¿Cómo pueden hacerlo? Me siento mal. Jesús está hoy otra vez sangrado y sufriendo por nuestra propia maldad. Uno podría decir que el mundo ha sido secuestrado por Satanás y Jesús está intentando salvarnos otra vez.
- Dios mío, Tú me das tanta pena cuando te siento tan herido. Tú, que sólo eres Bondad infinita, abismo de Amor. ¿Por qué te están atormentando a Ti? No puedo soportar verte sufrir más, y no es porque yo me preocupe por mi carne ni de mis dolores, sino Tú, Señor, me preocupas, Tus padecimientos, Tus dolores. Me preocupas y Te amo.

- Vassula, Mi Vassula, víctima de Mi Alma, Víctima de Mi Corazón; soporta Mis sufrimientos y compártelos Conmigo. Bebe de Mi Cáliz; siente Mis azotes. Bienamada de Mi Alma, ¿qué no haría Yo por ti, por Amor? Permitiré que compartas Mis sufrimientos. Te he elegido para ser la víctima de Mi Corazón Sangrante por todos los padecimientos que el tuyo sea capaz de soportar, víctima de Mi Alma, por todas las angustias, rechazos y burlas que tu alma pueda soportar. Ven, compartirás Mi Cruz. Soy tu único Amor; he alcanzado Mi meta. Deja que sea la dulce tortura de tu mente y de tu alma. Me complaces, porque ahora he eliminado a todos Mis rivales, se han ido todos ¡no queda ninguno! ¡Soy Yo solo, tu Jesús, El único que queda contigo! ¡Qué feliz Soy! Ahora déjame quererte sin límites; déjame reinar en ti. He encontrado un lugar para Mi grandeza y generosidad. No te amo por lo que eres, sino por lo que no eres. Ven, tu nulidad Me fascina. Tu incapacidad Me deja mudo.

- Señor, estoy desconcertada.

- Vassula, nunca trates de ser algo, continúa siendo nada; porque cada obra que haga será exclusivamente Mía y no tuya. Mi Iglesia será Una bajo una Autoridad. ¿No fui Yo quién pidió a Pedro que apacentase Mis corderos? ¿No le elegí Yo para apacentar Mis ovejas? ¿Acaso no fui Yo Quien pronunció estas palabras: "Tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré Mi Iglesia"? ¿Por qué esta arrogancia entre las naciones, estas intrigas inútiles entre la gente? Había escogido a Pedro, un hombre como Me gusta, la roca sobre la que edificaría Mi Iglesia. ¿Por qué, entonces, tergiversar Mi mandato?

- ¿A quién Te refieres, Señor?

- A los que traman y conspiran contra Mi cimiento. ¿No veis que vuestras intrigas serán inútiles?

- Señor, no sé a quiénes Te refieres.

- Lo sé, Vassula, todo esto es oscuro para ti, pero está claro como el día para esos embusteros. Tengo Mis ojos fijos en ellos; Mi espada en ristre está preparada para golpear. Ellos se conocen entre sí y créeme, sus días están contados. Sí, echad la mirada a vuestro alrededor, embusteros. ¿Por qué estáis asombrados? ¡Vosotros pereceréis! Porque en estos días estoy haciendo algo que sería difícil de creer, si os lo hubieran contado.

Bienamada, deja que conteste a lo que estás pensando. Sí, Mi Mensaje lo leerán también esos embusteros. Bienamada, siénteme, sufro, como tú. Mi Cruz está sobre ti, llévala con amor; Mi Cruz es la puerta hacia la verdadera vida, abrázala de buena gana. Vassula, la abnegación y el sufrimiento conducen a un camino divino: el de la santidad y las virtudes
1 . Oh ven, bienamada, estoy contigo. 2 .

- Señor, estoy tan terriblemente triste. Ya sé que no tengo que derramar más lágrimas, sino guardarlas para más adelante, para reparar. En cambio, estoy dispuesta a derramar mi sangre supliendo mis lágrimas, si no quedan ya.

- Vassula Mía, recuerda que no perteneces a este mundo sino a Mí. ¿Puedes ver Mi Sagrado Corazón? 3 . Entra en Mi Sagrado Corazón; en Sus profundidades encontrarás descanso; te tomaré y te meteré en sus profundidades. Mi dolor es insoportable 4 . ¿Recuerdas lo que hice contigo cuando eras tan solo una niña? 5 . Soy Poder divino, bienamada, a él perteneces 6 . Vamos, ven, necesito consuelo. Descansemos el uno en el otro.

(Jesús sufría mucho y estaba triste ¿cómo podía yo consolar tanto dolor?)

- Amándome ardientemente; ámame y consuélame, Vassula. Ámame con toda tu alma.

- Yo Te amo y Tú lo sabes, Señor.

- ¡Ámame sin límites!

-
Enséñame a amarte sin límites.

- Lo estoy haciendo. Ahora ven, tengo un secreto y quiero decírtelo. NoB tengas miedo, te lo susurraré al oído 7 .

- ¡Oh Dios! ¿Lo harás de verdad?

- Lo haré, bienamada, lo haré, no lo dudes nunca. Todo se hará en consecuencia, Vassula Mía.

- Jesús, Mi Dios, gracias. Permite que Te bendiga.

-Yo también te bendigo, Mi amada. Ven, es tarde, descansaremos el uno en el otro.

- Si, Señor.

- Ven, pues.



1 Me sentí desesperadamente triste
2 Jesús me acariciaba la cabeza
3 Jesús señaló su pecho y Su Corazón
4 De tenerme en el exilio
5 Jesús hizo que viera de nuevo la visión de cuando tenía aproximadamente 10 años, Su primera Llamada
6 Jesús con su índice señalo Su Corazón
7 Jesús me contó el secreto que me puso muy contenta