INICIOINDICEBUSQUEDA
YO QUIERO OBRAS


21.06.87

-Señor, ¿por qué Te ha olvidado tanta gente?
-¡Oh Vassula! Mi Cuerpo ha sido mutilado hasta el extremo de la paralización, introduce la Luz 1 en Mis Estaciones, arrodillándote en cada una.

(He permanecido en silencio...)


-Vassula, ¡Yo he hablado!
-Señor, ¿qué puedo hacer?
-Nada, deja que Yo haga todo.
-Sí, pero ¡nadie lo va a hacer pues nadie lo sabe!
-Tener fe es también una Gracia dada por Mí. Ten fe en Mí.

Más tarde.

-Ahora que Tú me has seducido, ¿qué será de mí?
-¿Quieres saberlo? ¡Te arrojaré de Mis Brazos a este destierro en que se ha transformado Mi creación!
-Dios mío, ¿ya no me amas?

Me sentí tan angustiada.

-¡Era tan maravilloso estar en Tus Brazos! ¡Y ahora me quieres lejos!
-Oh Vassula, ¿cómo puedes decir eso?. 2 . Se desgarra Mi Corazón y queda herido al verte en medio de todo este mal. Comprende, Mi pequeña, que Yo te estoy sacrificando a estar entre gente sin Dios, Yo sufro por tenerte fuera en el destierro. Hija Mía, muchos van a intentar hacerte daño. Yo podría soportar ahora tus sufrimientos 3 , pero Yo no soportaría, no, no soportaría que te hicieran daño.
-¿Qué harías, Señor?
-No voy a quedarme quieto.
-Pero ¿por qué me has abrazado y me has seducido para arrojarme fuera? ¡Casi no es justo!

(Yo estaba casi gritando.)

-¿No te he dicho que tú serías Mi víctima? Yo te estoy utilizando, tú eres Mi red. Sí, Yo te estoy arrojando hacia el mundo. Tú tienes que ofrecerme almas, para su salvación. Yo las redimiré. Esto no sucederá sin que tú sufras. El demonio te odia y él no dudaría en abrasarte, pero no va a poner un dedo sobre ti, Yo no se lo permito.

Me recuerda cuando yo toqué el otro día el tubo de escape del bote que nos remolcaba afuera. Yo apoyé todo mi peso sobre ese tubo, ardiente hasta poder cocer un huevo, con mi mano izquierda. Casi me desmayé de dolor, con mi palma izquierda toda abrasada, y sintiendo el impulso de meterla en el mar para aliviarla, pero recordé que no hay que meter ninguna carne quemada en agua fría, porque produce heridas. Durante diez minutos mi mano estuvo roja y empezó a inflamarse. Pero después de media hora, todo había pasado, ningún dolor, ninguna quemadura. La sentía justo como la otra mano, de nuevo en perfectas condiciones. Para asegurarme, la froté fuertemente contra la otra, la pellizqué y, verdaderamente, ¡allí no había pasado nada!

-Pequeña, no quiero verte herida. Yo te amo, y por Amor Yo escogeré Mis purificaciones para ti, Yo nunca voy a permitir una mancha en ti, comprende lo que quiero decir 4 .
-Señor, todo lo que venga de Ti, yo lo voy a querer, tanto si son alegrías como sufrimientos.
-Bienamada, sí, prepara un Cielo para Mí en tu corazón, ¡cómo Me encanta oír esto de ti, hija Mía!. 5 . Sí, y cualquier sufrimiento escogido por tu propia voluntad, pensando que Me va a complacer, será un horror a Mis Ojos, te estarías engañando a ti misma y sería para el demonio, no para Mí. Las reparaciones serán ordenadas por Mí.
-Yo Te amo y dependo enteramente de Ti.
-Amándome, Me glorificas, sí.

(He oído a Satanás que decía: "¡Estos momentos de intimidad son un martirio para mí!")

-Él no puede soportar que mi corazón se regocije del Amor que recibo de Dios y del amor que yo siento por Él.
-Es como marcarlo todo él con una Cruz al rojo vivo.


1 una vela encendida
2 Sentí una punzada de dolor en Él.
3 el estar dividida: mi alma en su corazón y mi cuerpo en el mundo
4 Dios escogerá El Mismo mis sufrimientos
5 Significa que los sufrimientos infligidos por Satanás no se realizarán, pero los sufrimientos que vengan de Dios sí se realizarán y purificarán así mi alma