2. Jesús toma Su Cruz

(Mt 27,31; Mc 15,20; Lc 23,26; Jn 19,17)

Me ataron los Pies con cuerdas y Me obligaron a caminar hasta Mi Cruz. Pero, hija Mía, Yo no podía andar, porque Me habían atado los Pies. Entonces, Me tiraron al suelo y Me arrastraron, de los Cabellos, hasta Mi Cruz. Mi sufrimiento era insoportable. Partes de Mi Carne, que habían quedado colgando después de la flagelación, fueron arrancadas. Desataron, entonces, las ataduras de Mis Pies y Me patearon para hacerme levantar y llevar Mi carga sobre Mis Hombros. Yo no podía ver dónde estaba Mi Cruz, porque Mis Ojos estaban llenos con Mi Sangre, que corría por Mi Rostro, por las espinas que habían penetrado Mi Cabeza. Entonces, levantaron Mi Cruz, la pusieron sobre Mis Hombros y Me empujaron hacia la puerta. Hija, ¡qué pesada era Mi Cruz que tuve que cargar!. Avancé, a tientas, hacia la puerta, guiado por el látigo que Me golpeaba. Yo trataba de encontrar Mi camino, a través de la Sangre, que Me quemaba los Ojos. (9 de noviembre de 1986)

La cruz que ustedes llevarán es Mi Cruz de Paz y de Amor, pero para cargar Mi Preciosa Cruz, hija, tendrás que hacer mucho sacrificio, ser fuerte y cargar Mi Cruz con amor; Conmigo la compartirás y compartirás Mis Sufrimientos.


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