A continuación se encuentra una transcripción de
dos transmisiones de radio por Internet de la Voz de
América (VoiceAmerica.com), en la cual Vassula fue
entrevistada acerca del “Día del Señor” (Las
transmisiones completas, en inglés, se pueden escuchar
AQUÍ)
(La primera transmisión
fue el 15 de febrero de 2005)
Entrevistadora:
Esto nos lleva al tema del cual
vamos a hablar la próxima semana, el “Día del Señor”.
Algunas personas lo llaman el “Aviso” o la
“Purificación”. En tus escritos, en el principio del
Volumen 5, en tres o cuatro páginas nos das una idea
increíblemente clara de cómo va a ser
esto.
Vassula: Sí,
es importante para aquellos que no han recibido el “Día
del Señor”, es importante que estén listos. La próxima
vez explicaremos, tanto como se pueda, a través de los
escritos de la Verdadera Vida en Dios.
Esperamos con ansiedad hacerlo y
pienso que es urgente. No sabemos cuándo va a ocurrir,
pero necesitamos estar listos.
¿Sabes,
Betsy?, en una ocasión, Le pregunté a Dios: “¿Por qué no
visitas a todos en este mundo y les das sólo una
frase?”. Yo pensaba que tan sólo con escuchar Su Voz, se
puede cambiar completamente la vida, porque cuando Dios
habla es tan Poderoso que sólo con decir o (escuchar)
algunas Palabras, Éstas pueden cambiar el corazón y el
estilo de vida y todo lo demás.
¡Benditos son aquellos que sin haber
visto han creído, ¿no es así?
¡Así es!
Estoy segura de que Él tiene un
motivo para ello, pero lo que sucederá el “Día del
Señor” es que todas y cada una de las
personas…
…serán visitadas.
Serán visitadas…
Sí, por Nuestro Señor.
Y entonces, Él va a hacer lo que Le
pediste, Vassula.
Y Él nos está advirtiendo, para que
estemos listos para ese Día.
Correcto,
correcto. Pienso que es el tiempo más emocionante que
alguien haya jamás vivido. Hemos sido sumamente
bendecidos por estar viviendo en este
tiempo.
Son tiempos
especiales y tiempos de misericordia como Él los llama.
El Mensaje siempre termina con un tono de esperanza,
como cuando Él, una vez, terminó… Leeré este pasaje si
aún tenemos tiempo….
Yo
adornaré esta tierra con la Primavera. Mi Primavera.
¿Qué es la Primavera de Yahvé? Mi Primavera, Mis
bienamados, será cuando toda Mi creación esté reluciendo
con una luz brillante. Con el bautismo de la
Purificación, ustedes serán reformados a su primera
imagen. En esta Purificación, todos aspirarán por una
unión de amor más cercana Conmigo y con ardor, sus
corazones buscarán la Verdad, el Camino y la Vida. Y en
la Verdad, donde serán gustados embriagantes sabores, su
alma, dotada con Mi Espíritu de Gracia será
perfeccionada y su imagen de las tinieblas ya no
existirá más, ya que Yo, su Esposo y el Más Afectuoso de
los Padres, estaré brillando sobre ustedes. (25 de
febrero de 1998)
Eso es hermoso.....
(El tema continuó en la
transmisión del 22 de febrero de 2005)
Entonces, Vassula, hoy tenemos
mucho que abarcar.
Sí,
hablaremos sobre el “Día del Señor” y como dijiste, Su
Reino está en la tierra, porque Su Reino es la Iglesia,
así que, ya tenemos a la Iglesia y ahora vamos a hablar
acerca del “Día del Señor”, el cual es… Lo explicaré
porque muchas personas querrán saber qué significa lo
que ellos leen en las Escrituras. Primero, déjame
decírtelo en pocas palabras, en mis propias
palabras.
El “Día del
Señor” es un día de Purificación. Es cuando Jesús dice:
“Mi Regreso los renovará y liberará a muchos de sus
transgresiones. Mi Regreso, o Su Visita, cuando Él dice
Mi Visita, se refiere a Su Presencia en los
corazones.
Ahora, ésta
es una Gracia en estos tiempos de Misericordia y es muy
poderosa. Algunas veces digo: “Bien, deseo que todos
reciban esta Visita o el Regreso del Señor en sus
corazones”.
Porque como
es el “Día del Señor”, es cuando el Señor viene sobre
nosotros, en nuestros corazones, una visita inesperada,
es una especie de tener conciencia de nuestros pecados,
conciencia de Su Presencia y, te comparas a ti mismo
frente a la Santidad y la Pureza de Dios y es cuando los
ojos internos ven cosas en uno mismo, como, cuán
miserable es uno, cuántos pecados tienen aún sobre
ellos, como un cristal manchado frente al
Señor.
Y duele.
Duele, y muchos, que están escuchando, estoy segura que
reconocen que ya han experimentado esta Visitación
porque conozco algunas personas que me han dicho: “He
pasado a través de esta Purificación”. Es muy doloroso
el darte cuenta… es una especie de tomar conciencia de
ti mismo, tu conciencia lo está comprendiendo y lloras
porque duele saber cuán pecador es uno y cómo has estado
ofendiendo a Dios.
Y es como el fuego, no como el fuego
verdadero, sino que arde como un fuego interior. Así que
ésta es una explicación con mis propias palabras, pero
quisiera explicarlo, Betsy, con algunas palabras de la
Verdadera Vida en Dios, de los Mensajes. ¿Puedo
hacerlo?
¡Por supuesto!
Entonces, tenemos tres partes que he
seleccionado y éstas fueron dadas en el año 2002. Así
dice el Señor: (1º de
junio de 2002).
¿Qué es el “Día del Señor”? Aquellos
que han estado y persistentemente, están rebelándose
contra Mí, probarán ese Día y todo lo que Éste conlleva.
Vendrá ese Día sobre esos transgresores, tan
repentinamente, como un rayo.
Así que como
ves, lo que dice el Señor aquí es que tú no te esperas
cuando vendrá. Es una gracia, viene, inesperadamente,
sobre ti, como una sorpresa repentina. Y ahora,
continúo.
Y como un terrible fuego, ellos se
convertirán en antorchas humanas.
Bien, esta
es una manera “figurada” de hablar. No significa que
estarán en fuego con un fuego natural, sino que los
estará quemando por dentro.
Sí, la tierra, como dijiste, será
encendida en llamas y sus conciencias les serán
descubiertas como una revelación.
Cuando el Señor dice aquí, “la tierra”
significa que muchos pasarán por ello.
En Mi Día, Mi Fuego Divino cambiará
el corazón rígido en un corazón suave.
¡Esas son
buenas noticias! ¿Sabes? Hay muchos corazones que son
duros de cambiar, de volverse a Dios y algunas de las
familias que tienen a alguien así en sus familias dicen:
Oh, ¿qué le pasará a esta persona? No se den por
vencidos, ya que aquí Él nos dice que aún el corazón
inflexible se tornará en un corazón suave”.
La tierra, en agonía, se volverá
plenamente consciente.
Ahora, si sustituyes esta palabra, la
“tierra” por “personas”, por ejemplo, lo comprenderás
mejor.
La tierra, en agonía, se volverá
plenamente consciente en conciencia y alma.
Estarán conscientes de lo que han estado
haciendo mal y de lo que han ofendido a Dios.
De sus fallas y su deficiencia, su
corruptibilidad y su anarquía, y por no decir menos, del
infame rechazo de Mi Resurrección y Mi Omnipresencia en
su vida diaria.
Cuando la
gente dice: “Yo no creo en la Resurrección, yo no creo
en Dios”, bueno, eso les dolerá más porque entonces, el
fuego será mucho más fuerte.
El Cielo
se abrirá en Mi Día y aquellos que Me rechazaron,
proclamándose como dioses serán juzgados
severamente.
¿Puede
alguien decir que Yo no los he estado instruyendo todos
estos años? ¿Acaso no les he confirmado Mi Poder todos
estos años por medio de Maravillas?
Aquí el
Señor quiere decir que Él le ha dado a todos
posibilidades, oportunidades de abrir sus oídos y
escuchar más acerca de Nuestro Señor y sin embargo, hay
demasiado letargo alrededor del mundo y la gente se está
sintiendo muy cómoda, deseando no perturbar su vida
cómoda, no quieren saber nada, no sea que tengan que
cambiar. ¿No estás de acuerdo?
Estoy de
acuerdo con eso. En lo que estoy interesada también aquí
es que todas las razas y todas las religiones “Me verán
en su oscuridad interior”.
Esto no
es sólo para los Cristianos.
¡Es para
todos! Todos son Sus criaturas.
Yo les
digo: “Ay de aquél que se encuentre a sí mismo sin Mi
Luz, en Mi Día…”
Es por esto
por lo que es tan importante acudir a la Confesión.
Porque una vez que acudes a la Confesión, te limpias a
ti mismo, para que cuando llegue el “Día del Señor” sea
un fuego muy ligero, un fuego más ligero. No dolerá tanto. ¡Es verdad! Te estoy
hablando de esto, ¡porque yo ya he pasado a través de
estas cosas! Y fue terrible.
Cuando
estaba pasando por esta Purificación, algunas veces
solía decir, (no sólo duraba un momento o una hora,
¡eran días!) yo me decía que estaba viviendo un
infierno. Fue tan horrible, tan terrible el estar
repentinamente consciente, y si no has pasado esta
etapa, no tienes idea de lo que se trata. Pero si ya lo sabes, te duele. Duele
reconocer tu verdadero yo. Es por eso que les digo que
es mejor acudir a la Confesión y empezar a confesar sus
pecados. Porque yo nunca me había confesado, y es por
eso que me estremecí, cuando me llegó este “Día del
Señor”.
Por
supuesto, que para mucha gente no existe la Confesión en
sus Iglesias, una Confesión formal.
Bueno,
¿sabes? Déjame decirte que aunque en mi Iglesia, la
Griego Ortodoxa existe la Confesión, como existe por
igual, en la Iglesia Católica, a mí nunca me interesó.
De hecho, a mi no me interesaba nada que estuviera
relacionado con la Iglesia.
Y cuando ese
Día llegó, el Señor me pidió que fuera y me confesara, y
siguiera uno de Sus leyes, que también está en las
Escrituras, que es confesarse unos a otros. Lo dice en
las Escrituras.
Ahora, la
Iglesia nos ha dado sacerdotes, así que pensé, bueno, ya
que tengo este don de Dios y estoy hablando directamente
con Él, ¿por qué tengo que acudir a la Confesión con
alguien, cuando puedo confesarme directamente con Dios.
Y créeme, sentí sobre de mí, la Ira de Dios y me asusté.
Incluso mi lápiz se cayó de mi mano, voló.
(Después de
una pausa, la entrevistadora continuó:) Vassula, pienso que te quedaste en que
acababas de tirar tu lápiz…
Sí, fue
justo cuando me rehusé a escuchar al Señor, cuando Él me
pidió que fuera a confesarme, pero ¿sabes?, esto me
recuerda cuando Él me dijo que el confesarse, aunque a
mucha gente no le gusta hacerlo, es un acto de humildad,
es un gran acto de humildad. Si uno no quiere confesarse
es como si a él o a ella le faltara humildad, así que
creo en lo que el Señor dice.
(La transmisión
continuó)
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Ver también
los Mensajes importantes de fechas
15 de
septiembre de 1991 y 19 de
septiembre de 1991
Partes del siguiente Mensaje del 13 de
septiembre de 2002, que se refiere muchas veces al
“Día del Señor” se encuentra a continuación:
Cuando
caiga sobre ti este día, el día que Yo llamo "el Día del
Señor", las escamas que cubren tus ojos se desprenderán,
y verás tu verdadero yo. Mi Fuego te reducirá a la nada,
ante tu consternación. Pero no te sofoques de miedo, ten
buen ánimo, pues ¿de qué otro modo podrías verte a Mi
lado? Cualquier tendencia maligna que todavía permanezca
en ti quedará inactiva. Esta purificación es para
transformar tu alma, a fin de que no se aventure de un
lado a otro sin objetivo, sino que venga a Mí, que soy
tu único Esposo divino.
Yo no
creo que muchos de ustedes hayan comprendido lo que
significa el “Día del Señor”. Cuando la voz del pájaro
se silencie y las notas de los cantos se aquieten, sepan
que Yo llevaré a Juicio, en este silencio, todas sus
acciones ocultas, buenas o malas. El “Día del Señor”
puede ser comparado a un pequeño tribunal. Una
Purificación por medio de Mi Fuego que conducirá a su
alma a Mi Gloria y a una perfecta unión
Conmigo.
Cuando un
alma está horriblemente corrompida por el pecado, es
repugnante para Mí, para Mis Ángeles, para Mis Santos y
bienaventurados, Mi Visita la llenará de dolores
agonizantes y no escapará a Mi Día. ¿De qué otra manera
puedo volver su alma incorruptible y liberarla del
pecado? ¿De qué otra manera puedo llevar a esas almas al
arrepentimiento? Sólo cuando Yo las desnude con Mi Fuego
y ellas vean en qué estado se encuentran, sólo entonces
se darán cuenta de qué estaban en posesión de
Satanás.
En
aquellos en quienes Mi Fuego Divino estará ardiendo,
purificándolos, con este Fuego inmaterial, Yo los
consumiré, despertándolos y haciendo que finalmente
estén conscientes de cómo están siendo transformados.
Transformados con dolor, pero también con alegría, por
el Amor de Mi Fuego Transformador.
Algunos,
que en cuerpo y alma ya Me poseen y Yo los poseo, el
“Día del Señor” no vendrá sobre de ellos ni lo
experimentarán. ¿Por qué? Porque el Espíritu Santo ya ha
hecho sentir Su Paso en ellos. Ya les ha llegado el “Día
del Señor”. También pueden llamar a ese Día, el Día de
Mi Visitación. Después de ese Día, el arrepentimiento y
la obediencia a Mi Ley de Amor será el tema de aquellos
que Yo regeneraré con Mi Fuego. Yo suavizaré las almas
que ahora son como rocas y calentaré sus corazones que
son como el hielo, y de inmediato, Mi Presencia se
sentirá en su resurrección.
(13 de
septiembre de
2002) |