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Contenido:
1. Poderoso Testimonio de un
Sacerdote
2. Reporte del Tercer
Retiro Latinoamericano de la VVeD de Diciembre de 2004
3. Plática de Vassula en el
Tercer Retiro Latinoamericano
**************
PODEROSO TESTIMONIO DE UN SACERDOTE
El siguiente testimonio fue enviado por el Padre José
Manuel
Romero, de Taiwán.
Muy queridos hermanos en Cristo:
El 12 de noviembre de
2004, tuve la gracia de participar aquí en Taiwán, en la
ciudad en la que vivo desde hace ocho meses, en un encuentro
en el que nos habló Vassula. He tenido la oportunidad de poder
leer todos los Mensajes en la página
web y en mi juicio personal (sin
prejuzgar el juicio definitivo que haga la Iglesia) creo que
son de parte de Dios. Ella es una profeta escogida por el
Señor para invitarnos a la conversión, a la unidad de la
Iglesia, y a la verdadera vida en Dios.
Como he dicho, tuve la
gracia de poder leer todos los Mensajes. Comencé, y en una
semana de intensa lectura frente al ordenador (unas siete
horas diarias, y no se me cansaban los ojos), me
fascinaron, y me bebí las Palabras que salen de la Boca del
Señor, Quien me movía a orar, a arrepentirme, a ofrecerme y a
entregarme de una manera más radical al Infinito Amor
Misericordioso de Dios. Sus Palabras, tan íntimas, tan llenas
de Verdad, Amor y Vida,
son impactantes.
Yo también, gracias a
Dios, he podido reconocer en mi vida este Himno de Amor que el
Señor escribe para cada uno de nosotros. Él me ha ido
llevando, poco a poco, por un camino en el que ha puesto ahora
esta Belleza antigua y siempre nueva.
He reconocido Su Voz
en estos Mensajes.
Los últimos pasos que
yo había dado fueron visitar las reliquias de Santa Teresita
en España, donde estaba antes de venir a Taiwán, y profundizar
en su magisterio espiritual de la Historia de un Alma. Y
ahora, en Taiwán, prácticamente acababa de terminar el Cántico
Espiritual y Llama de Amor Viva de San Juan de la Cruz.
Además, al terminar los estudios de teología presenté
una tesis sobre “La Trinidad como Familia. Reflexiones
trinitarias”.
Para mí este canto de
amor de Jesús es una joya que Dios ha puesto de nuevo en mi
vida para continuar el camino de Misericordia que también
comenzó conmigo hace tiempo.
Que el Señor los
bendiga y la Virgen Santísima los guarde.
Padre José Manuel
Romero OAR (Orden de Agustinos
Recoletos)
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REPORTE DEL TERCER RETIRO LATINOAMERICANO DE LA
VVED
El siguiente reporte fue
escrito por Martha Elena Maturana, de Cartagena, Colombia, en
el que nos detalla los acontecimientos del Tercer Retiro
Latinoamericano de la VVeD, que se llevó a cabo en Bogotá, del
7 al 11 de diciembre de 2004.
Tercer
Retiro Latinoamericano de La Verdadera Vida En
Dios
Bogotá,
Colombia
7 al 11 de
diciembre de 2004
“¡No están
solos...!” ( Jesús en
el Mensaje del 10 de
julio de 1992)
Es sorprendente ver como el Señor, en Su
Omnipotencia, viene a nosotros, se hace uno con nosotros, y
Él, el Todopoderoso nos suplica delicadamente, en la Unidad,
que nos amemos los unos a los otros, para ayudarnos a
conseguir esto nos da un nuevo mandamiento en su Mensaje del
21 de junio de 1988: “"¡Dobléguense! Dobléguense,
para que puedan reconciliarse y unirse. Humíllense, para que
se unan." El Amor quiere que nos
salvemos, y disfrutemos de Él.
De esta
manera, planeó delicadamente el Tercer Retiro Latinoamericano
de la Verdadera Vida en Dios en Colombia. Gestándolo desde el
segundo Retiro en México, cuando sorpresivamente Vassula
anunció que la sede del tercer Retiro sería Colombia.
“¡Virgen!”, exclamé para mi interior, “¿en qué me ha metido Tu
Hijo Amado?” Me arrodillé ante el Santísimo que se encontraba
expuesto y Le dije: “Señor, sabes que Te amo, sabes que Te
admiro, ¿por qué eliges a esta pecadora?” No cuestioné
más y sólo obedecí.
Así, inició
un nuevo camino que recorrí con el Señor. Hay que admitir que
el miedo estuvo rondando, pero aún de esto, el Señor se
encargó. Como el mejor de los Padres dejó sentir Su
protección. En México Le dije: “Si me metiste en esto, sé que
me sacarás de ello y harás Tu Retiro como Tú lo deseas.
Solamente, no me permitas que te estorbe para Tus
Planes.” De esta manera, durante 11 meses el Señor me
acompañó, sosteniendo mi mano de manera amorosa y fuerte con
Su Mano, mientras yo recogía las piedras que encontraba en el
camino.
Así, llegó
el 7 de diciembre de 2004, donde nos reunimos 120 personas
para alabarlo y bendecirlo. Llegaron Sus hijos amados de
Brasil, Venezuela, Ecuador, Argentina, México, España, Puerto
Rico, Canadá, Panamá, Bangladesh, Sudáfrica y Roma.
Fue un
encuentro de amor, con el Amor, en el que nos convertimos en
hermanos de verdad. Ortodoxos, Católicos, de diferentes
idiomas y países, todos éramos un solo corazón y una sola
lengua que con sonrisas, abrazos, y besos, nos entendíamos a
las maravillas en el idioma de Dios: el AMOR. Iniciamos las
actividades en este ambiente, experimentando cómo el Espíritu
Santo hablaba a través de cada una de las personas que
intervenían o tomaban la palabra.
El Retiro
tenía un itinerario, pero gracias a Dios, lo que ocurrió fue
el itinerario del Señor, de manera que resultó mejor de lo que
se esperaba. La primera actividad fueron breves palabras de
apertura, sobre la necesidad del Ecumenismo y la labor de La
Verdadera Vida en Dios, temas sobre los cuales, el Dr. José
Galat, con aporte tan sabio y lleno de amor, realizó 2
programas en TV con Vassula.
Luego
continuó la Eucaristía y la bienvenida oficial, por el Padre
Fernando Umaña, a todos y a cada uno de los
participantes. Se finalizó la Eucaristía con la
Exposición del Santísimo que nos acompañaría durante todo el
Retiro. Ese día terminó con una serenata a la Santa Madre,
nuestra Virgen Querida por ser víspera de la Fiesta de la
Inmaculada Concepción de María.
Al día
siguiente, iniciamos con la intervención de Vassula, quien nos
recordó como pasar de la oscuridad a la Luz, con el
arrepentimiento incesante. Continuó, su Eminencia, Monseñor
Seraphim de la Iglesia Ortodoxa, quien viajó desde Sudáfrica.
Su conferencia la tituló: “El Significado de la Espiritualidad
en la Tradición Cristiana Ortodoxa”. Inició con las
definiciones pertinentes y nos condujo, a través de la
espiritualidad en la Iglesia Ortodoxa, a su análisis final
sobre la Unidad de la Humanidad.
Cabe
resaltar una enseñanza que todos recibimos de Monseñor
Seraphim: la experiencia viva de su amor. Aún cuando tiene
cargos y títulos tan importantes, se convirtió en un
participante más del Retiro, con su sencillez, humildad,
ternura, sonrisas, abrazos… en fin, innumerables detalles que
sólo son posibles cuando un ser humano está lleno del amor de
Jesús y María. De esa forma tan especial de evangelizar, a
través de su diario vivir, logró que un niño dijera: “Mami,
cuando crezca quiero ser como Monseñor Seraphim, amable y
cariñoso...”. ¡Dios lo bendiga!
El Espíritu
Santo continuó Su Labor de darnos su Amor y Enseñanzas, a
través de cada uno de los conferencistas. El Padre Fernando
Umaña llenó el salón con una inexplicable ternura, con su
delicada manera de guiarnos a través de su conferencia “El
Matrimonio Espiritual – Vivencia Trinitaria”. La preparación
de esta conferencia le costó una recaída en su salud, ya que
le dedicó mucho tiempo y se esmeró en darnos todos los
elementos que tenía, recolectados en su gran experiencia. En
ella, proclamó cómo el Señor desea ser Íntimo con Nosotros y
como lo ha hecho, a través del tiempo, con Santos de nuestra
Iglesia.
En otro
salón, y simultáneamente a las conferencias, se expusieron los
ornamentos utilizados por la Iglesia Ortodoxa, traídos por el
Padre Timoteo (México). Muy generosamente, no escatimó
esfuerzos en acercarnos a las prácticas Ortodoxas, a través de
una exposición de los elementos utilizados en las ceremonias y
el significado de los mismos. De hecho, se celebró la
Divina Liturgia Ortodoxa a las 07:00 AM, contando con la
colaboración de los Seminaristas Ortodoxos, que estuvieron
hasta altas horas de la noche preparando todos los detalles
para este evento tan especial. Otra muestra de cariño y
generosidad que resaltar.
De Panamá,
el Señor nos envió al Padre Teófilo, que con el Fuego del
Espíritu Santo, estremeció los corazones en su conferencia, y
su Homilía en la reunión pública, fue instrumento para que los
carismas se manifestaran. Invitó a todo la gente presente en
la conferencia pública, a que se acercaran para que se les
impusieran las manos, de manera que todos, gracias a él,
tuvimos el regalo del Señor de pasar al frente de todos los
sacerdotes, incluyendo al Obispo Seraphim y Vassula. ¡Qué
fiesta de amor se vivió!
De Canadá
llegó y compartió Henry Lemay, lleno del Espíritu Santo, oró
por la obra de la Verdadera Vida en Dios en Colombia, por los
grupos de oración, dando pautas para su formación. Su
conferencia: “Vengan a Mí… Yo les daré el resto” (Mateo 11,28)
fue sólo una parte de todo el servicio que dio en el Retiro.
Se dedicó a servirle, generosamente, a toda persona que se le
acercara.
El Retiro
tuvo otro gran regalo: la presencia y bendición de su
Eminencia Monseñor Héctor Cubillos, de la Diócesis de Chía, en
donde se estaba realizando el Retiro “Seminario Manyanet”. Muy
amorosamente presidió la Eucaristía de ese día. No existen
palabras para describir lo vivido. Adicionalmente, a la
Presencia Amorosa de nuestro Padre y María Santísima, estaban
Monseñor Cubillos y concelebrando 5 sacerdotes más, Pbro.
Teofilo de Panamá, Pbro. Vinke de Venezuela, Pbro. Umaña de
Colombia. Cada uno de los países asistentes ofreciendo algo.
El coro de la Diócesis hizo presencia, entonando cantos como
los Ángeles mismos.
A todos
estos regalos que Dios dio a Colombia en este Retiro agregamos
la participación activa y vigilante de Vassula. Quedamos
admirados de su capacidad de dar, su humildad y generosidad
con este país. Dios la siga bendiciendo y
protegiendo.
Por último,
es importante dejar registrado en este reporte la ayuda de
valiosos instrumentos del Señor, dando vida a la Unidad en la
Verdadera Vida en Dios. Y el sincero agradecimiento de
Colombia a ellos. Gracias Señor por:
(a)
Todos los países que elevaron oraciones de corazón para
este Retiro.
(b)
Hilda, desde México, atendiendo cada uno de los
detalles del Retiro, dando incluso apoyo emocional para los
organizadores.
(c)
Catarina, de Bangladesh, fue un regalo del Señor.
Llenó el Retiro de AMOR con su hermosa sonrisa y alegría.
Pendiente de cuidar los detalles, hasta los
personales.
(d)
Pilar, de España, lista siempre a traducir, trabajar,
ayudar, cuidar, y DAR, DAR mucho AMOR.
(e)
Mamá Gogui, de Puerto Rico, que sólo quería cuidarnos y
protegernos de todo. Bien ganado el apodo.
(f)
De una u otra manera, hubieron muchas personas, listas
a servirle al Señor con AMOR: Juan, Gaby, Jorge, Pily, los
niños, el Padre William, el Coronel Jesid y Sra, la Policía de
Chía, Winnie, y Doris.
¡Damos
Gracias, Gloria y Alabanzas a DIOS por este regalo y los
frutos de este TERCER RETIRO ECUMÉNICO DE LA VERDADERA VIDA EN
DIOS!
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PLÁTICA
DE VASSULA EN BOGOTÁ,
COLOMBIA
A continuación se encuentra un
resumen de la primera plática de Vassula en el Tercer Retiro de la
VVeD.
La primera
plática de Vassula fue una
introducción a todos los Mensajes. Los temas esenciales
fueron:
Vassula dijo que lo importante no es
sólo recibir los Mensajes de Jesús, de María o de los Ángeles,
sino “vivir los Mensajes”. No debemos leer los Mensajes
sólo por curiosidad, para ver qué novedades dice el Señor,
sino que debemos leer los Mensajes, meditarlos e
interiorizarlos. Cualquiera puede leer los Mensajes y el
Evangelio, pero es necesario vivirlo. Es cambiar nuestras
vidas, cambiar nuestro corazón y acercarnos más a
Cristo.
Después, preguntó cuál es la primera
cosa que se debe hacer para conocer a Dios y para hacer la
Voluntad de Dios. La respuesta: EL ARREPENTIMIENTO y la
Confesión. El arrepentimiento es la puerta del Cielo, es la
puerta de la oscuridad a la luz y purifica el alma, entonces
es cuando habrá espacio dentro de nosotros, para que el
Espíritu Santo pueda habitar muy dentro de nosotros. De
hecho, deberíamos permitir al Espíritu Santo que nos invada,
que nos posea, para que nosotros podamos también poseer al
Espíritu Santo.
Así que la pureza del alma es
esencial, a través del arrepentimiento, que es como un fuego
dentro del alma, quemando todo aquello que no es de Dios,
permitiendo al Espíritu Santo que venga sobre nosotros y haga
su Divina Acción sobre nosotros. El Evangelio dice:
“Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a
Dios”. Así que, a menos que nos purifiquemos, no seremos
capaces de ver a Dios.
Durante este periodo de
arrepentimiento, que nos dará un gran remordimiento y un gran
dolor y lágrimas, porque veremos las cosas de la forma en que
Él las ve, nos daremos cuenta qué miseria somos ante los Ojos
de Dios. Realmente un desastre, una miseria. Y veremos
nuestro auténtico yo, de la manera en que Dios nos ve.
Entonces, empezaremos a convertirnos en un instrumento dócil
para Dios.
El arrepentimiento, con todo nuestro
corazón, hace que los ojos de nuestra alma vean nuestro poco
valor, nuestra falta de valor. Y así nos humillamos. Si
no nos arrepentimos primero, NO podemos pedirle al Espíritu
Santo que nos invada, puesto que el Espíritu Santo huye de las
personas que están en deuda con el pecado. El Espíritu Santo
no vendrá a un alma invadida por el mal. El Señor dice que
cuanto más humildes seamos, con más facilidad Su Espíritu
Santo encontrará el camino entre nosotros. Concluyendo, es el
ARREPENTIMIENTO el que lleva a las almas de la oscuridad a la
Luz.
La segunda cosa que nos pide el
Señor es la crucifixión, la muerte de nuestra carne, el MORIR
A NOSOTROS MISMOS. Si esto no sucede, tampoco podemos estar en
unión con Dios. El morir a nosotros mismos, el morir a nuestro
ego, es lo más difícil. El ego, aún si es un ego pequeño, es
malo.
Cuando morimos a nuestro ego y a
nuestras pasiones, nos volvemos totalmente desprendidos.
Entonces el Espíritu Santo, encontrará espacio suficiente en
nuestro interior, y nos invadirá, nos poseerá, y nos
transfigurará, de manera que nuestra mente se convertirá en la
Mente de Cristo.
Nuestro Padre nos está pidiendo que
seamos íntimos con Él, que tengamos intimidad con Él, y que
pongamos en práctica el Temor del Señor. Estas dos cosas
caminan juntas, una no puede ir sin la otra. Si no conocemos a
Dios, es un pecado. Muchos de nosotros hablamos de Dios,
predicamos sobre Dios, leemos sobre Dios, pero no Lo
conocemos. Conocerlo y entenderlo, estas dos cosas son
el mayor tesoro que podemos obtener.
La práctica del Temor del Señor es
el principio de la Sabiduría, es la corona de la Sabiduría.
Temer al Señor es evitar todo mal.
Hay que ser íntimos con el Señor. Le
gusta oír oraciones, pero se alegra muchísimo más cuando Le
hablamos. Cuando hablamos con Dios, ésa es una oración y esto
es lo que se llama orar con el corazón, acercarse a Él, no
tenerle miedo. Sólo hay que tenerle miedo, si nos rebelamos
contra Él. El Temor a Dios no significa estar asustado,
sino estar de rodillas ante Dios, respetar a Dios,
maravillarnos y venerar a Dios, es adorar a Dios.
Es tan importante esta intimidad que
el Señor pide de nosotros. Debemos sentir que somos parte de
Su familia, que somos Sus parientes. Somos hijos e hijas del
Altísimo, venimos de la Nobleza, descendemos de la Soberanía,
y ésta es la imagen que deberíamos llevar en nuestro interior:
dignidad y nobleza, porque nuestro Padre es el Rey de Reyes. Y
sin embargo, Dios es tan Humilde y tan Manso. “No
olviden nunca esto”, nos recuerda Vassula.
Vassula continuó diciendo: Todos
sabemos que el Señor nos pide nuestra voluntad y nuestro
corazón y que nos abandonemos a Él, para que Su Voluntad se
cumpla en nosotros. El Señor dice: “Una vez que
tenga su consentimiento, Mi Voluntad se hará en ustedes. No
vengo por la fuerza sobre ustedes. Mi Espíritu Santo no viene
a violar su libertad, ni tampoco vengo a condenarlos. Vengo
por Mi Misericordia, para darles libremente el total
conocimiento de Mi Voluntad.”
Estos son tiempos de Gracia en los
que el Señor viene por Su Misericordia, como Padre que nos
ama, que nos ve caminando hacia el fuego, se levanta de Su
Trono y se quita Su Corona, rápidamente, dejándola de lado y
sale corriendo a salvarnos, a levantarnos. Es por esto que
está hablando, está hablando para beneficio de la Iglesia,
para elevar a la Iglesia, para darle un aliento de
resurrección y para renovarla. Nosotros somos la Iglesia, no
importa a qué Iglesia pertenezcamos. Nuestra generación está
muriendo, por falta de fe, y Dios, Nuestro Padre, está viendo
todo esto. Así que nos habla. En nuestro corazón nos daremos
cuenta y reconoceremos que es Dios Quien nos está hablando,
por la Dulzura de Su Lenguaje.
Dios vendrá como Padre a
reprendernos, porque Su Severidad es tan grande como Su
Misericordia, pero a través de estos regaños nos
purificará. Cuando Dios nos reprende lo hace con Amor,
cuando nosotros reprendemos a alguien lo hacemos lo hacemos
con espinas, porque nos falta amor. Dios reprende con
amor.
Nuestra Señora dijo una vez: “Vengo
a recordarles que un verdadero apóstol de Dios es el que hace
la voluntad de Dios”. AMAR ES HACER LA VOLUNTAD DE
DIOS.....
"El amor está por encima de todo,
amar es hacer Mi Voluntad, es su llave de entrada a Mi Reino
en el Cielo. Si dicen que viven en Mí, pero no tienen amor,
entonces no pueden decir que están viviendo en Mí. Una
verdadera vida en Mí es estar viviendo la misma vida que vivió
Cristo. No es aquél que Me dice “Señor, Señor”, el que entrará
en el Reino de los Cielos, sino aquél que hace la Voluntad de
Mi Padre. Así que cuando hablen, hablen con amor, y los
escucharé; cuando vean, vean con amor y Yo los reconoceré;
cuando oren, oren con amor, y las puertas de Mi Reino en el
Cielo se abrirán para recibirlos. Actúen con amor, para
que Yo pueda decirles un día: “Son Míos, son Mis Semillas.
Vengan a su Padre.”
Caminar con Dios es cuando estamos
totalmente unidos a Dios, y hacemos Su Voluntad. “Aprendan que
cualquiera de ustedes que se vuelva a Mí, con el sólo deseo
de agradarme, con todo Mi Corazón, sí...con todo Mi
Corazón les concederé Mis favores, les revelaré Mi Imagen de
Bondad para que terminen su viaje Conmigo.”
Vassula también dijo que el amor
está por encima de todo y que el mayor servicio que podemos
hacer a Dios es traerle un alma de regreso.
Una vez más Colombia y los países
participantes de este Retiro recibimos un llamado amoroso de
nuestro Señor, en el que nos pide que vivamos una Verdadera
Vida en Dios, a través de un sincero arrepentimiento y un
anhelo de compartir su Cruz.
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