Boletín de la Verdadera Vida en Dios

19 de febrero de 2005

 www.tlig.org/sp 

"Soy Yo, tu Salvador, Quien ha venido a ti para sanarte,

alma amadísima."

Contenido:

1. Jesús nos da Gracias Santificantes

2. Testimonio de Canadá

3. Peregrinación de la Verdadera Vida en Dios 2005 ¿NO VAS A ASISTIR?

 

YO OTORGO GRACIAS SANTIFICANTES

"...Que todos aquellos que por la gracia fueron llamados a leer este Himno de Amor y conducidos a saborear este maná escondido, prosperen, mientras están todavía en su exilio.

Yo concedo, a todos aquellos que han sido llamados a leer Mi Himno de Amor con un corazón contrito, gracias santificantes.

Que sus corazones puedan contemplar la Gloria de Mi Magnificencia y Mi Amor Paternal y vean en Mí no sólo a un Dios Todopoderoso, sino también a un Dios de Bondad, a un Amigo muy Amoroso e Íntimo.

Que sus oídos escuchen los suspiros y los gemidos de Mi Corazón y se conforten con Mi Clemencia..."

Mensaje del 29 de agosto de 1998

Y tú, que has sido llamado por la Gracia.....

¿ya leíste este Maravilloso Himno de Amor?

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Testimonio de Canadá

El Camino Para Convertirme en Su Discípulo.

Soy el mayor de 3 hijos. Cada domingo, mis papás nos llevaban a la Iglesia Católica Apostólica Romana. Recuerdo que siempre disfruté ir a la Iglesia y escuchar el Evangelio. A la edad de 15 años, una amiga me invitó a asistir a un retiro de fin de semana, llamado: “Encuentro de Adolescentes”.

Aunque mi madre podrá decir que yo siempre he sido una persona espiritual, en realidad, fue gracias a esos años de formación con Encuentro de Adolescentes, que, honestamente, puedo decir que mi fe “maduró”.  En la Universidad, entré a un curso de Licenciatura en Ciencias. Quedé, verdaderamente, sorprendido al ver que no hay lugar para Dios dentro de la comunidad científica. Además, me horroricé al darme cuenta de la cantidad de personas (profesores y estudiantes) que no creían en Dios. 

En 1987, pasé al tercer año. En octubre de ese año, noté que una protuberancia en el cuello, la cual había detectado hacía unos meses, estaba creciendo. Fui a que me hicieran una revisión y el doctor me dijo que estaba en la segunda etapa de un Linfoma de Hodgkins (¡Cáncer!). Pasé una etapa de 12 series de quimioterapia que duraron 6 meses. Después de eso, me sometí a 8 semanas de terapia de radiaciones. Los doctores estaban tan impresionados de la manera en la que yo respondía a los tratamientos, que todos me dijeron que la enfermedad no iba a repetirse.

En septiembre de 1988 quería un nuevo comienzo. Me dirigí a una nueva universidad, en otra provincia, para continuar mis estudios. Pero para octubre, el cáncer volvió a aparecer, y tanto los doctores como yo, estábamos completamente asombrados. Mi oncólogo me habló de un nuevo procedimiento llamado “transplante antólogo de médula ósea”. Al principio, no sabía lo que significaba, pero sabía que no sonaba muy agradable. Sin embargo, el doctor también me dijo que mi cáncer era muy agresivo y que ésta era mi única oportunidad. Así que accedí a sobrellevarlo.

Recibí el transplante en noviembre de 1989. Durante la convalecencia de dos meses, sucedieron dos cosas: Primero, sufrí una fiebre de 42°, casi mortal. Hubo un momento en que perdí el conocimiento… Durante ese espantoso tiempo, no vi a Jesús, ni tuve ningún tipo de visión. Sin embargo, cuando me desperté, muchas cosas en mi vida se me aclararon más que nunca antes. Hasta este día, no estoy seguro de lo que ocurrió. Después de haber dicho esto, sé que no he vuelto a ser el mismo hombre desde entonces. 

La segunda cosa que ocurrió fue mucho más alegre. Yo siempre he creído en los milagros de Navidad. Desde el libro: “Un Villancico de Navidad” que leí cuando estaba en el 9º grado, hasta el milagro del Nacimiento de nuestro Señor, por medio de la Virgen, siempre he sabido en mi corazón que los milagros de Navidad fueron especiales. Ése 22 de diciembre, los resultados de mis análisis de sangre no me permitieron salir de mi aislamiento. 

De hecho, el “número mágico” para que yo me fuera a mi casa era que el conteo de mis glóbulos fuera de 1000 y yo sólo tenía 400. Mi familia se estaba preparando para pasar la Navidad conmigo en el hospital. La mañana siguiente, el 23 de septiembre a las 6.00 AM, me hicieron una extracción de sangre, como todos los días, y a las 8.00 AM, me dijeron que el conteo de glóbulos era de 1400. Estábamos abrumados de alegría. 

No pude asistir a la Misa de Medianoche, ese año, pero por lo menos estuve en mi casa para celebrar la Navidad con mi familia. ¿No es asombroso que con motivo de Su Nacimiento, Jesús me haya dado este regalo? El cáncer que tenía, me volvió a brotar 3 veces desde el transplante: en agosto de 1990, en mayo de 1991, y nuevamente, en agosto de 2004. De hecho, en 1990, me dieron un año de vida. 

A lo largo de mi experiencia con el cáncer, siempre tuve fe en Jesús. De hecho, poco antes de mi transplante, pasé algún tiempo, sólo, orando a Dios y prometiéndole convertirme en Su discípulo por el resto de mis días, si Él me ayudaba a superar esto. Hoy, cuando la gente me pregunta a qué le atribuyo mi recuperación, no pierdo la oportunidad de decirles. Atribuyo cada paso de mi recuperación a Jesucristo. ¡Alabado sea por darme vida! ¡Alabado sea por permitirme vivir con cáncer y aprender lo que he aprendido! Él no me mandó el cáncer, pero, definitivamente, estuvo a mi lado todo el tiempo mientras sufría a causa de él. 

Desde la reincidencia del cáncer, en 1991 hasta la de 2004, mi vida dio varios giros diferentes…. Matrimonio, divorcio, una nueva carrera, etc. De hecho, después de mi divorcio, atravesé por un tiempo de rebeldía y pecado. Me convertí en lo que no quería ser. Mis pecados eran muchos y me alejé de Jesús, después de todo lo que Él había hecho por mí. Pero en agosto de 2002, el Señor puso un ángel en mi camino con el nombre de Teresa. Nos casamos en 2003. Ella despertó en mí un fuerte deseo de convertirme en una mejor persona. Últimamente, he experimentado un “hambre” de Jesús, algo que nunca antes había sentido. Fue a través de esta “hambre” que conocí los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios. 

La semilla fue plantada en 1991, a través de una conversación con un conocido. Yo me estaba recuperando de la reincidencia de cáncer más reciente, y él me preguntó si yo había escuchado hablar de Vassula Rydén. Cuando le dije que no, él me habló un poco de ella y me dio un video de una plática que ella dio en Suiza. Al principio, estaba un poco escéptico, pero después de ver el video, supe que sus palabras me habían cambiado espiritualmente. Algo dentro de mí, me decía que siguiera escuchando.  

Sin embargo, fue hasta mediados del año 2004, que empecé a leer los Mensajes diariamente. Se han convertido en una fuente de alimento espiritual para mí. Si no leyera los Mensajes diariamente, sería como si no comiera. Hoy, mi esposa y yo vamos a la Iglesia con frecuencia. En mi caso, oro mucho más. A veces, encuentro que estoy rezando sin darme cuenta. Mis verdaderos deseos son ser santo y tener intimidad con Dios, como Jesús nos lo pide.
 
Cuando era niño le pregunté a alguien: “¿Si hay un sólo Dios, por qué necesitamos diferentes Iglesias? Esta persona trató de contestar lo mejor que pudo, pero este hecho despertó en mí, aún a esa temprana edad, una firme creencia y deseo por la unidad dentro de la Iglesia de Dios. Actualmente, en mis oraciones diarias, oro por la unidad. Es por esto que también oro para que Dios me ayude a amar y a ser humilde para poder servirlo. 

Comparto mi historia con ustedes, no para llamar la atención sobre mi persona, sino  para dar testimonio de mi experiencia del gran Amor y Misericordia de Dios. También, Le estoy muy agradecido por todo lo que tengo en mi vida. 

Sé que todavía tengo un largo camino que recorrer en mi viaje espiritual, pero como Él nos dice tantas veces en los Mensajes: “Yo, Dios, te amo”. Gracias a la Verdadera Vida en Dios, recuerdo esto todos los días.
 
Que la Paz y el Amor de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes. 

Deny Dallaire

Moncton, Nueva Brunswick, Canadá

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La 4ª Peregrinación Internacional Ecuménica
de la Verdadera Vida en Dios
Líbano, Siria y Jordania


Los preparativos para la 4ª Peregrinación Internacional Ecuménica de la Verdadera Vida en Dios siguen en progreso. El Equipo de Trabajo para la Peregrinación, en Líbano, se está preparando con entusiasmo, para recibirlos a todos. Esperamos una reunión de la Familia de la VVeD, bendecida y llena de gracia.
 
"Caminando con San Pablo y los Profetas"

¿Dónde?: En Líbano, Siria y Jordania

¿Cuándo?: Del 18 al 27 de mayo de 2005

Precio: $1,040.00 Dólares Americanos por persona. Esto incluye: alojamiento en hoteles, todos los alimentos, transportes locales, cuotas de entrada a todos los lugares, visas colectivas para Siria y Jordania (dependiendo la nacionalidad, algunos necesitarán solicitar las 3 Visas, desde su país de residencia).

Este precio no incluye: La tarifa aérea de su país de residencia (llegada a Beirut, Líbano y salida de Amán, Jordania), su Visa de Ingreso a Líbano y propinas a los guías turísticos y a los conductores de los camiones.

¿Cómo?: Para inscribirse, simplemente den un click AQUÍ ¡elijan su idioma y llenen todos los detalles!

Por favor, no esperen más para inscribirse. Los lugares se están agotando.

Vassula y el Equipo de Trabajo de la Peregrinación estarán ansiosamente esperando ver sus nombres anotados en la Lista de la Peregrinación.

A las Asociaciones de la VVeD y Grupos de Oración, les pedimos que por favor traigan a sus sacerdotes y religiosos de la VVeD.

¡Diez días para compartir, disfrutar, vivir, respirar la UNIDAD y orar juntos es lo que necesitamos para ayudarnos a vivir más profundamente los Mensajes!

Que Dios los bendiga.

¡INSCRÍBANSE AHORA!

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