Enviado: Martes, 30 de abril de 2002

Asunto:  ¿Qué es la Verdadera Vida en Dios?

 

Esta es una transcripción de una plática dada por el Padre Gerhard
Wenzel, que fue escrita, y grabada, para dar testimonio de la Verdadera
Vida en Dios.


QUÉ ES LA VERDADERA VIDA EN DIOS POR EL PADRE GERHARD WENZEL

Amigos míos, bienvenidos a esta plática acerca de lo que es la Verdadera
Vida en Dios. Empecemos, con una oración tomada de los Mensajes:

"Adorable Trinidad, sostén nuestros ojos cautivos bajo un corazón, y
provee a nuestra alma con lo que carece. Úngenos, Oh Santa y Divina
Trinidad, derramando Tu Aceite sobre nosotros, para que permanezcamos,
indisolublemente, unidos a Tí, en Tu Voluntad. Prepáranos para Tu Reino
Glorioso del Reino sobre la Tierra, en el cual, Tu Voluntad será la
Esencia de nuestra vida diaria, y el Emblema sobre nuestra frente, y el
Amor, el estandarte sobre nuestras cabezas. Amén".

Ahora, empecemos con una pregunta: ¿qué es la Verdadera Vida en Dios?.
Muchos de ustedes ya lo saben muy bien, sin embargo, algunos no conocen
mucho acerca de esto. Así que, primero, quiero darles cierta información
básica, incluso para aquéllos que han estado en la Verdadera Vida en
Dios, por muchos años. Esta introducción es interesante, porque hay
nuevos giros que la Verdadera Vida en Dios ha tomado, recientemente, y
de los que tal vez no se han enterado.

Por la Verdadera Vida en Dios, queremos decir, el Mensaje que Dios
empezó a dar, en 1985, a una ama de casa Griega Ortodoxa, la Señora
Vassula Ryden. Ella nació en Egipto, de padres Griegos. Está casada con
un hombre sueco, que trabaja para las Naciones Unidas, y es madre de dos
varones, que ahora, ya crecieron. Por el trabajo de su esposo, Vassula
viajaba adonde lo enviaran, y por esto, vivió en varios países de
África.  De ahí, fueron a Bangladesh, donde en 1985, comenzaron los
Mensajes. Después, se fueron a Suiza y, ahora, viven en Roma, ya que el
Señor Ryden, trabaja allí.

Dios llamó a estos Mensajes, la Verdadera Vida en Dios, y Vassula los
recibe por dictado literal de Dios. Todo empezó cuando su ángel de la
guarda, llamado Daniel, se presentó ante ella. Esto lo pueden leer en el
libro "Mi Ángel Daniel", el cual es, de hecho, el primero con el que
deben empezar a leer los Mensajes. Él preparó a Vassula por algún
tiempo, hasta que, finalmente, Dios se acercó, para educar y enseñar a
Vassula. Normalmente, el Padre, al igual que Jesús, el Hijo, e incluso,
el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, le
hablan a Vassula. Pero también, María, la Madre de Jesús, y algunos
santos, ocasionalmente, le hablan.

Ahora, el Mensaje, que le es dado en inglés, el idioma que Vassula
conoce mejor, llena varios volúmenes. Aproximadamente, dos mil páginas
en total. Y en idioma alemán, se han impreso, hasta ahora, nueve
volúmenes. Es casi del tamaño de la Biblia.

Algunas personas están tan entusiasmadas con esta Palabra de Dios, que
la toman como la Biblia, pero tenemos que distinguir claramente. Dios
nos dio la Verdadera Vida en Dios para corregir ciertas explicaciones
humanas de la Biblia. Más que teología, muchos estudiosos de la Biblia
han distorsionado las Sagradas Escrituras, de muchas maneras. Así que,
Jesús corrige esto y habla en nuestros tiempos, nuevamente, en palabras
que nosotros entendemos, fácilmente. Dios no ha venido a darnos un nuevo
y complicado Mensaje. No, Él nos recuerda Su Antigua Verdad, la cual se
encuentra en la Biblia.

Así que, por la Verdadera Vida en Dios, entendemos el Mensaje escrito
por Vassula. Pero, en un sentido amplio, la Verdadera Vida en Dios es,
más bien, el movimiento que ha surgido a causa de estos Mensajes. Las
personas los leen, y cuando lo hacen con un corazón abierto, cambian,
atraviesan una conversión similar a la de Vassula. Vassula nos recuerda,
siempre, que cuando leamos los Mensajes, debemos quitar su nombre y
poner el nuestro, porque los Mensajes no le son dados a ella como una
obra literaria, sino que son para todos nosotros, para toda la
humanidad, con un propósito especial.

La Palabra de Dios no es dicha en vano, sino que siempre es una Palabra
que da fruto. El Padre se dirige a todos Sus Hijos. Él llama a toda la
humanidad Su Semilla, y Dios ve el desierto espiritual que el hombre ha
hecho, al seguir sus propios designios y caminos. El Padre quiere llamar
a Sus Hijos para que regresen, porque Él sabe que, de otra manera, tarde
o temprano, todos moriríamos de hambre. De hecho, este mundo ya está
como muerto, pero Dios quiere resucitar estos huesos muertos y darles
nueva vida.

Podemos distinguir, muy bien, ciertas etapas en el desarrollo de la
Verdadera Vida en Dios.

La primera etapa fue el llamado y enseñanza de Vassula, en conversación
privada, durante los primeros años. Ella escribió las Palabras de Dios,
sin saber que estas Palabras serían publicadas. Solo muy pocas personas
sabían de ello. Ahora, los Mensajes están publicados, en cerca de
cuarenta idiomas.

En la segunda etapa, se le dijo a Vassula que publicara los libros, y
que diera su propio testimonio a la gente. Al principio, ella solo hizo
fotocopias. Pronto, la gente se interesó en el Mensaje, y ahora,
diversas editoriales lo están propagando, en lugar de ella. Dios no
quiere que Vassula se involucre demasiado en los asuntos de
organización. Él dijo que Él Mismo, se haría cargo de propagar el
Mensaje, y así lo hizo. Pronto, Vassula empezó a viajar, y de esta
manera, ha dado su testimonio por todo el mundo. Habló, incluso, en las
Naciones Unidas. Mucha gente se entusiasmó con este Himno de Amor de
Dios, como también es llamada la Verdadera Vida en Dios. Ellos se
convirtieron y quisieron, también, seguir la Llamada de Dios.

Hace algunos años, inició la tercera etapa. Los frutos empezaron a
producir frutos. La gente empezó a actuar. Las Beth Myriam (Casas de
María) se fundaron, y continúan fundándose, en países pobres, para dar
de comer a las personas con hambre. La Palabra de Dios no solo es una
Palabra hablada o escrita. Es una Palabra Viva, y produce resultados
eficaces.

Pero ahora, parece que estamos entrando a otra etapa, la cual puede ser
muy importante. Es evidente que al darnos la Verdadera Vida en Dios,
Dios no quería que ésta fuera solo una lectura mística, para leer antes
de dormir. Dios nos la dio para una gran labor.

El 11 de mayo de 2001, Vassula nos escribió la siguiente inspiración que
recibió: "El Pan Celestial que se nos ha dado, pronto será
multiplicado". Vassula mencionó que un Arzobispo italiano, que cree en
los Mensajes, le dijo: "Es una lástima que no tengamos más Vassulas,
sino que solo tenemos una para ir por el mundo y evangelizarlo. Si
tuviéramos más Vassulas, el mundo cambiaría y la Iglesia reviviría".
Vassula piensa, y ésta es su propia inspiración, que el Arzobispo
estaba, de alguna manera, profetizando, porque ahora, estamos al borde
de este nuevo acontecimiento. Pronto, tendremos muchas más Vassulas,
múltiples testigos evangelizando, no en un país, sino en todas partes. Y
se seguirán multiplicando, porque ésta es la Voluntad de Dios, y Dios
está de nuestro lado.

En una carta reciente, Vassula escribió lo siguiente: "Vassula no puede
cumplir con todas las citas y llamadas, que recibe de todas partes del
mundo. Dios le dijo que llamara más apóstoles para que se unieran a ella
en su trabajo". Ahora, un poco antes de la Pascua de este año (2001),
Vassula empezó a convocar a las personas que estuvieran dispuestas a
ayudarla a evangelizar el mundo. Se dirige a dos grupos.

Los organizadores, quienes pueden utilizar su talento para organizar
reuniones, invitar a la gente, y preparar todo lo necesario. Ellos
pueden invitar a Vassula para una fecha específica. Si Vassula puede
asistir, ella irá. Si ya tiene otras obligaciones, mandará a alguien en
su lugar. Estos colaboradores están tomados del grupo de los apóstoles,
de Quien Nuestro Señor habló en 1996. Por ejemplo, de nuestro Santo
Francés, Luis Marycrignon de Montfois: "Que en los últimos días, Jesús y
María llamarán apóstoles de los tiempos para este fin de los tiempos".
El fin de los tiempos no significa el fin del mundo, significa fin de
estos tiempos, de esta época.

En la Verdadera Vida en Dios, en el hermosísimo Cántico de Emmanuel,
donde Jesús habla acerca del Corazón de Su Madre, nos dice: "Se ha dicho
que, al final de los tiempos, Nuestros Dos Corazones formarán apóstoles
que serán llamados apóstoles del fin de los tiempos. Éstos recibirán
instrucciones de la Reina del Cielo y de Mí Mismo, para ir a cada nación
a proclamar, sin temor, la Palabra de Dios" (Cita del Mensaje del 3 de
abril de 1996).

Y, de nuevo, en diciembre del mismo año: "Los Jacobos de hoy, son Sus
Hijos, los apóstoles del fin de los tiempos, y los grandes Santos, que a
través del Corazón de Mi Madre, son reunidos y formados para ser un
corazón con Nosotros, por siempre, porque Mi Reino en sus corazones no
tendrá fin".

Pienso que, ahora, estamos en esa etapa en la que estos apóstoles de la
Verdadera Vida en Dios están siendo formados y enviados a dar
testimonio. Vassula hace un examen a todas las personas que estén
dispuestas a evangelizar con ella. Solo aquéllos que conocen muy bien
los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios, pueden ser misioneros de la
Verdadera Vida en Dios. Así que, mi primera llamada para ustedes es, que
si alguien siente el llamado de Jesús, en su corazón, para organizar o
para evangelizar, son bienvenidos a unirse al gran ejército que Dios
está preparando, ahora. Pero, tienen que poner toda su energía en ello.

Ahora, pasemos a otro tema. Quiero hablar acerca del importante objetivo
sobre el que Jesús se refiere siempre en los Mensajes. La Cristiandad
está dividida en tres confesiones principales, simbolizadas por las tres
barras de hierro que Vassula vio en una visión, el 2 de junio de 1987, y
el 12 de enero de 1988. Son la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Católica y
la Iglesia Protestante. Pero, sabemos que, hay cientos y miles de grupos
y sectas en el mundo.

El primer cisma ocurrió en 1054, y el segundo, mucho más grave, en el
siglo dieciséis, con Martín Lutero. Esto ocurrió en mi país, y Dios nos
hará responsables, a nosotros, los Alemanes, por lo que, probablemente,
es el peor dolor que Él jamás haya experimentado en Su Cuerpo. Como
todos saben, muy bien, la Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Me parece que
lo mismo que le sucedió, hace dos mil años, al Cuerpo de Jesús, cuando
sufrió y murió en la Cruz, debe ocurrirle, ahora, a nivel global, a la
Iglesia entera. La Iglesia ya ha pasado por tiempos difíciles. Ahora
está hecha pedazos. No hay unidad. El Cuerpo de Cristo sufre por
nuestras diferencias. Él siente nuestra falta de lealtad, como espinas
sobre Su Cabeza. El Cuerpo de Cristo, la Iglesia, está de cierta forma,
agonizando y a punto de morir. Muchos Cristianos están, espiritualmente,
muertos de hambre, porque nuestra teología racionalista ha alejado el
alimento de las ovejas. Todas estas divisiones no han venido a través de
gente ignorante. Fueron siempre los inteligentes y grandes teólogos los
que destrozaron la Iglesia, con estas extrañas filosofías.

Pero, "¡la Iglesia resucitará de nuevo!", como Jesús dice, a menudo, en
Sus Mensajes. Como en Sus Días en la Tierra, le anunció a Sus Discípulos
que Él iba a sufrir y a morir, pero que al tercer día, resucitaría.
Ahora, Él nos dice lo mismo: la Iglesia resucitará. Y tal como Él lo
prometió, hace dos mil años, nos dice que Su Espíritu Santo vendrá sobre
Su Iglesia, y le dará nuevo amor y fuego.

Después de recibir al Espíritu Santo, los apóstoles se dedicaron a
convertir al mundo entero, y a hacer discípulos de toda la gente. Y lo
mismo está ocurriendo ahora, de una manera global. Jesús ha formado
nuevos apóstoles, por Su Palabra, a través de los Mensajes de la
Verdadera Vida en Dios, y Él los enviará a llevar este amor a toda su
gente. Sabemos, por las Escrituras, que los fariseos se sintieron
agraviados, porque Jesús llamó a simples pescadores, obreros, y
pecadores, incluso a un recaudador de impuestos. Los fariseos de hoy se
sienten, nuevamente, ofendidos por la elección de Jesús. Muchos dicen
que Dios no puede llamar a una mujer como Vassula, pero ahora, Dios
llama a muchos más pecadores. Muchos seguidores de la Verdadera Vida en
Dios han estado fuera de la Iglesia, se han divorciado y vuelto a casar,
han sido esotéricos. Por esto, muchos burócratas, servidores de la
Iglesia oficial, nos deben ver como un montón de vagabundos.

Pero lo principal, es que hemos llegado a amar a Dios, y a respetarlo,
porque hemos aprendido cuán Grande Es. El temor de Dios es el principio
de la Sabiduría. Y sabemos que Dios no rechaza a nadie, si él o ella
está dispuesto a seguirlo y a trabajar por Él. Pedro exclama,
alegremente, en la casa de Cornelio, en los Hechos de los Apóstoles,
capítulo 10, versículo 34: "Ahora sé que Dios no mira a la persona, sino
que cualquiera que teme a Dios y hace el bien, es bienvenido". También,
recordamos la Parábola en la que muchos huéspedes importantes son
invitados al banquete nupcial de Dios, pero todos estaban muy ocupados
con cosas mundanas. Entonces, el padre del novio envió a sus siervos a
las calles y a los mercados para invitar a todos, y llamar a los pobres
y a los miserables. Son invitados al salón del banquete, y la puerta va
a ser cerrada. Pues bien, amigos míos, todavía no hemos llegado a ese
punto, pero nos estamos acercando mucho. Nos estamos acercando a la
Fiesta de Bodas Mesiánicas de Dios, y Él ya preparó la mesa. Los
alimentos y las bebidas están preparados. Apresurémonos a aprender
nuestras lecciones para que seamos considerados dignos de entrar.

Podemos ver que la Verdadera Vida en Dios es como un catecismo, el cual
nos prepara y nos hace aptos para nuestro encuentro con Dios, pero este
catecismo no es aburrido. No es complicado, solo para cerebros eruditos,
sino que es un catecismo de unión para los corazones. Dios quiere
convertir y enseñar a mucha gente, al igual que Él convirtió a Vassula.
Sin embargo, Dios nunca viola nuestra libertad. Nos tenemos que abrir
libremente a Él. Tenemos que invitarlo. Tenemos que abandonar nuestra
voluntad a Dios, y orar: "Que Tu Reino venga, que se haga Tu Voluntad".
Así, Dios tomará nuestras vidas, con Su Santo Espíritu, y Él nos
transformará.

Pero, la condición más importante para que el Espíritu Santo venga a
nuestros corazones es que nos alejemos de nuestros caminos pecaminosos.
El Espíritu Santo no puede vivir en un corazón junto con el pecado. Él
se alejará. Por esto, es necesario el verdadero arrepentimiento. Si no
aceptamos, humildemente, que hemos sido, y aún somos, pecadores, nada
cambiará en nuestras vidas.

Una vez que rechazamos el pecado, y abrazamos la Voluntad de Dios, Él
moldea nuestros corazones, de la misma manera, que lo hizo con el de
Vassula. Dios quiere iluminar nuestras mentes con Su Espíritu, entre más
profundamente atravezamos por una verdadera conversión. Tenemos que
hacer lugar para Él. Tenemos que sacar todo lo que ocupa nuestro
corazón. Debemos crear un vacío dentro de nosotros, en el que Dios pueda
fluir y llenarlo. Sí, Dios nos purificará. Él nos mostrará nuestros
pecados, aún más claramente, y será un proceso doloroso, pero después,
la verdadera alegría vendrá a nuestras vidas. Una alegría que jamás
hemos conocido. Una alegría que jamás soñamos que existiera.

Cada día con más claridad, reconocemos la Voz de Nuestro Buen Pastor.
Abrimos nuestros corazones, más y más. Nos acercamos a Dios y Lo dejamos
acercarse cada vez más a nosotros. La intimidad es lo que Dios quiere de
nosotros, una vez que hayamos decidido dejar nuestros caminos
pecaminosos. Así como un bebé está escondido en los brazos de su madre,
así Dios quiere que nosotros encontremos refugio en Sus Brazos, bajo Su
Cuidado.

Queridos amigos, la Verdadera Vida en Dios es como un libro de enseñanza
teológica, ya que nos educa sobre la verdadera teología. Pero no teman,
no es lo que ustedes se esperarían de un libro común de teología. No es
lectura árida, no hay términos y problemas filosóficos aburridos. Es
únicamente amor, porque amar es hacer la Voluntad de Dios. El amor es la
llave de entrada al Reino de Dios.

Dios nos está advirtiendo acerca de los teólogos racionalistas, que han
distorsionado la verdadera teología. Ellos han hecho, de ella, un
sistema de enseñanzas humanas. Por esto, lo que ocurrió es que ellos han
dejado de creer en los Milagros que hizo Jesús. Han desarrollado una
teología basada en el supuesto de que "Dios está Muerto". Lo que ellos
enseñan, es un Dios menguado, sin Poder. Su Palabra se convirtió en un
libro más. Hacen de Él, un archivo en sus computadoras. En sus
complicadas enseñanzas, Lo colocan muy lejos, detrás de las nubes. Los
Sacrificios de estos teólogos están muertos, porque muchos ya no creen
que la Sagrada Eucaristía es un Verdadero Sacrificio: El Verdadero
Cuerpo y la Verdadera Sangre de Jesús.

En la Verdadera Vida en Dios, conocemos otro Dios. Este Dios está Vivo.
Él es Poderoso y Amoroso. Jesús revela, también, a Su Padre y nos dice
que Él Es un Rey, sin embargo, es muy Maternal. Él Es un Juez, pero es
muy Tierno y Amoroso. Él Es el Alfa y el Omega, y sin embargo, es muy
Manso.

En los Mensajes de la Verdadera Vida, Dios se revela a Sí Mismo como
Verdaderamente Amoroso y Amable. Su Palabra está llena de vida y amor.
No es un libro más, no es un pergamino muerto, sino que es una Palabra
Viva de Dios, la cual produce buen fruto. Dios dijo: "Lo que Yo quiero
es amor, no sacrificio; lo que Yo quiero es que Me conozcan, no
holocaustos".

En los Mensajes de los últimos años, Dios nos da, varias veces, la
verdadera definición de teología. Ver a Dios y amarlo, es amarlo en Su
Vida Trinitaria. Esa es la verdadera teología. "La única teología, y
añadiría, con firmeza, la única verdadera teología, es la de Mi
contemplación, la de Su Dios, un anticipo de la Visión Beatífica". Eso
dijo el 12 de febrero de 2000.

Es una pena, porque los estudiantes, en las universidades, aprenden muy
poco de eso, en su extraña teología. Pero, todos los que leen la
Verdadera Vida en Dios, llegan a conocer esta verdadera teología, y aman
a Dios cada día más y llegan a conocerlo. Quieren convertirse en Sus
fervientes misioneros. Pronto, la Iglesia no podrá rehusarse a admitir
que la Verdadera Vida en Dios está produciendo buenos frutos para el
Reino de Dios.

La Verdadera Vida en Dios es dada, por Dios, a toda la humanidad, porque
Él quiere sanar al mundo, y a la Iglesia, de las heridas del pecado y la
división. Vassula es dada al mundo, por Dios, como un don. Escuchen
esto, un pedazo del Mensaje del 11 de noviembre de 1998: "Mi Vassula, Yo
te doy como Mi Don a todas las naciones, y esto es para su beneficio,
para que tú seas el Eco de Mi Palabra y sirvas a Mi Iglesia. Desde toda
la eternidad, Yo te pensé para que fueras Verdadera Imagen de Mí Mismo,
compartiendo Mis Sufrimientos, para que un día puedas compartir,
también, Mi Gloria. En la Luz de Mi Cruz, te estoy modelando, de acuerdo
con Mi Voluntad. Trabajar por Mi Luz, es lo mismo que trabajar por la
exaltación de Mi Cruz. Te he dado, mi bienamada, un espíritu de
perseverancia, para mantener Mi Paso. La noche casi termina y pronto
será de día. Así que, ánimo, Hija Mía, ánimo".

Parece que la Iglesia, a la que Dios le ha querido dar este Don, no lo
ha apreciado. La Iglesia oficial ha despreciado, hasta ahora, la llamada
de Dios y rechaza Sus Bendiciones. Sin embargo, hay algunos que,
sinceramente, le dan la bienvenida, al Amor de Dios hacia la humanidad.
Especialmente, en nuestra Iglesia Católica, algunos Obispos, cuando se
les ha pedido que se reúnan con Vassula, tan pronto como escuchan su
nombre, se enfurecen. Se comportan como si su reino estuviera amenazado
por Vassula. Y por esto, nos debemos preguntar si su reino es idéntico
al Reino de Dios, del cual, oramos en el Padre Nuestro: "Venga Tu
Reino".

Estamos convencidos de que Dios usará la Verdadera Vida en Dios para
restaurar Su Verdadero Reino sobre la Tierra. Él nos hace parte de Su
Plan para restaurar Su Reino en la Tierra. En los Mensajes recientes, me
parece como si Dios está tratando de penetrar el velo de aquéllos, cuyos
corazones están cerrados. Hasta ahora, todavía rechazan Sus Llamados.
Pero Dios trata de hacerles entender, que el mayor servicio para Dios,
es ganar almas para Él. A menos que se vuelvan a Dios, y a Sus
Verdaderos Caminos, sus mentes continuarán veladas, y la Iglesia seguirá
perdiendo almas, como lo ha hecho durante los últimos años. Nuestra
Iglesia está cada vez más vacía, y ustedes lo saben. Parece
irremediable. Ya no hay gente joven.

Pero, yo creo que, a través de este Mensaje Misericordioso, Dios está
trayendo de regreso, a más y más almas. Y conozco a muchas personas que
ya han regresado. La Verdadera Vida en Dios va a producir fruto. Uno de
los principales frutos buscados por la Verdadera Vida en Dios es la
Unidad. Este será el fruto más importante que el Espíritu Santo
fomentará, a través de estos Mensajes. Todos sabemos cuánto sufre Jesús,
aún en nuestros días. Él se identifica con la Iglesia, como Su Cuerpo
Herido y Destrozado. Nuestra división Le pone más espinas en Su Cabeza,
y está sangrando por muchas Heridas. Sabemos que no es la gente sencilla
los que están separados y dividen la Iglesia. Son siempre los teólogos,
quienes en su gran misticismo y conocimientos humanos, colocan su
filosofía por encima del amor. Empiezan a reñir y a alejarse, llevándose
a muchas personas con ellos. Esto no le gusta a Dios y Él quiere
restaurar la Unidad en Su Iglesia. Una sola Iglesia bajo Un solo Pastor.

La Verdadera Vida en Dios, todo el tiempo, habla acerca del amor y el
servicio al Papa. A los teólogos Ortodoxos, tal vez no les guste esto,
ya que la primacía de Pedro, es más o menos, el único punto que nos
divide. En sí, es curioso que es la Ortodoxia quien recibe Mensajes para
reforzar su amor por el Papa. También, la devoción al Sagrado Corazón de
Jesús, y al Inmaculado Corazón de María, son temas, típicamente,
Católicos. Así, vemos que Vassula no solo es rechazada por la Iglesia
Católica oficial, sino también, por su Iglesia Ortodoxa, la que, en gran
parte, se niega a seguir su llamado, a causa de estos típicos elementos
Católicos.

Pero, a Vassula no le importa esta aprobación, únicamente, le preocupa
tener la aprobación de Dios. Dios le ha dado el espíritu de la
perseverancia para continuar trabajando, incluso si las Iglesias la
rechazan. Jesús Mismo fue Rechazado. Sus seguidores serán, también,
perseguidos. La persecución, y los sufrimientos, son señales importantes
de la autenticidad de los Mensajes proféticos. Jesús le preguntó a los
fariseos, si hubo algún profeta, al que sus padres no hayan perseguido.
Ellos los superarían, al matarlo a Él, el Hijo de Dios. Casi nada ha
cambiado, desde entonces. Pero tenemos la esperanza de que, esta vez,
Abel no va a ser asesinado. Dios intervendrá, y Él se enfrentará al
enemigo. Sin embargo, vemos el mismo patrón: Juana de Arco fue quemada,
y después, hecha santa. El Padre Pío, y muchos otros, fueron
perseguidos. Tenemos que decir que, cuando un sacerdote, un obispo, o
cualquier Cristiano, no es perseguido, hoy en día, es que debe haber
algo malo con él.

Cuando caminamos con Dios, y hacemos Su Voluntad, seremos rechazados,
porque no pertenecemos al mundo. Jesús nunca le ocultó a Vassula que
habría sufrimientos y sacrificios. "La Cruz es Mi Cama Nupcial para ti",
Él repite a menudo. No hay resurrección, ni Gloria, sin sufrimiento en
la Cruz. Pero Dios nos promete un gran premio, no solo el Cielo. Estamos
llamados a ser dioses con Él. Vamos a reinar en el Reino de Dios. No
solo es participar en una gran fiesta, el banquete Nupcial del Cielo.
Dios quiere compartir Su Ser Dios con nosotros. Así como Jesús se hizo
Hombre y se Encarnó en la Virgen María, así, quiere Él, Ser Uno con
nosotros, a través de la Sagrada Eucaristía, aquí, en la Tierra. Debemos
unirnos a Él, más profundamente, y ser Uno con Él, y a través del
sufrimiento, la muerte y la resurrección, entraremos a la Vida de Dios.

Sabemos que Lucifer no quiso servir a Dios. Él quería ser dios. En
nuestros días, la humanidad está siguiendo, en gran medida, sus caminos
y designios. El hombre ya no quiere hacer la Voluntad de Dios. Quiere
hacer su propia voluntad, tal como lo hizo Lucifer. En la ciencia,
tratan de manipular los genes, y usan embriones para vencer la
mortalidad. En cada área, están construyendo la torre de Babel, para
convertirse en dioses.  Prometen a los hombres vida eterna y gran poder,
a través de los medios y el dinero. Tratan de crear un Cielo en la
Tierra. Un mundo sin Dios. Dios nos dice que, el hombre, en su
arrogancia y presunción, nunca logrará absorber el Poder de Dios. Por
otro lado, Dios nos ofrece, justo lo que el hombre tanto ansía, y por lo
que trabaja tanto. Si hacemos la Voluntad de Dios, y le servimos, Él nos
da Su Divinidad como Su Don. ¡Alabemos a Dios, y trabajemos para Él con
todo nuestro corazón y mente!. Pongamos todo nuestro esfuerzo en servir
a Dios. Proclamemos las buenas nuevas de Dios a toda la gente, para que
ellos ya no corran tras fantasmas, sino que vayan por el correcto Camino
de Dios.

Permítanme concluir con una Oración:

"Padre, nos consagramos en alma y cuerpo a Tu Servicio, para que Tus
Ojos y Tu Corazón nunca nos dejen. Coloca Tu Trono Real dentro de
nosotros, y danos Tus Órdenes. Amén".

A continuación, se encuentra la letra de una canción, a la cual llamo,
el Himno de la Verdadera Vida en Dios.

Somos uno en el espíritu, somos uno en el Señor,
Déjame orar para que nuestra unidad, un día, sea restaurada,
Déjame orar para que nuestra unidad, un día, sea restaurada,
Déjame orar para que nuestra unidad, un día, sea restaurada.

Sí, Señor Nuestro, somos Cristianos por nuestro amor,
Sí, Señor Nuestro, somos Cristianos por nuestro amor,
Sí, Señor Nuestro, somos Cristianos por nuestro amor.

Pertenecemos uno junto al otro, pertenecemos mano a mano,
Y, juntos, propagaremos la noticia de que Dios está en nuestra tierra,
Y, juntos, propagaremos la noticia de que Dios está en nuestra tierra.

Sí, Señor Nuestro, somos Cristianos por nuestro amor,
Sí, Señor Nuestro, somos Cristianos por nuestro amor,
Sí, Señor Nuestro, somos Cristianos por nuestro amor.

Caminaremos juntos, caminaremos lado a lado,
Y resguardaremos la dignidad de cada hombre, pero crucificaremos nuestro
orgullo,
Sí, Señor Nuestro, somos Cristianos por nuestro amor.

Y nuestra alabanza al Padre, de Quien todas las cosas buenas vienen,
Y nuestra alabanza a Jesucristo, Su Único Hijo,
Y nuestra alabanza al Espíritu, Quien nos hace uno,
Sí, Señor Nuestro, somos Cristianos por nuestro amor.




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