Enviado: Miércoles, 10 de abril de 2002

Asunto:  Vehementes palabras de amor

 


Este testimonio canadiense fue escrito en 1999.

Hace cinco años, me dieron el primer libro de la Verdadera Vida en Dios
y empecé a leer los Mensajes. Hubo muchos que conmovieron mi corazón; el
de la Crucifixión, me conmovió hasta las lágrimas, y me hizo sentir una
profunda compasión por mi Señor. Sin embargo, después de algún tiempo,
empecé a dudar de su veracidad. Estaba molesta por las vehementes
palabras de amor con las que Jesús le hablaba a Vassula. ¡No podía ver
que también estaban dirigidas a mí!. Tampoco quería enfrentar el juicio
para los que no escuchaban. Entonces, regalé mis libros.

Últimamente, sentí un fuerte llamado para regresar al Señor, y tuve el
deseo de leer, de nuevo, los Mensajes. Me dio pena haber regalado los
libros. Cuando encontré este sitio de Internet, y los Mensajes, empecé a
leerlos nuevamente. Empecé a buscar "errores", y me dije que dejaría de
leerlos, cuando los encontrara. Lo que encontré fue un sentido
maravilloso del AMOR de Dios y SU PRESENCIA. Puedo sentir a Jesús
conmigo. En vista de los acontecimientos del mundo, como las atrocidades
en Kosovo, puedo entender, el mal, un poco mejor. Siento un llamado para
vivir por Dios, y algunas veces es difícil, pero esta vez, voy a
perseverar. Los Mensajes me ayudaron a sentir la presencia de Dios, y la
presencia de mi Querido Salvador.





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