Sent: Tuesday, January 14, 2003 2:54 PM
Subject: Ortodoxia 3

 

Este es el tercer artículo sobre la Ortodoxia, que se envía a este foro.

 

 

Los Ortodoxos ven al hombre como una criatura única, formada tanto de cuerpo y alma. No lo ven como un alma “buena” en un cuerpo “no muy bueno”. Por esta causa, al adorar a Dios, se utiliza la persona entera, es decir, cuerpo y alma. Las oraciones no son sólo hechas con la mente, sino que involucran el cuerpo, a través de las posturas y gestos, y al usar los cinco sentidos, creando una ‘experiencia total’.

 

Los íconos tienen un lenguaje simbólico propio. Son besados como señal de respeto y amor. Los íconos y los frescos se encuentran en las paredes, en los páneles y sobre escritorios especiales. Hay muy poco espacio en una Iglesia Ortodoxa que no esté lleno de color. En un capítulo separado, hablaremos de los íconos con más detalle.

 

Las velas simbolizan la Luz de Cristo, la Luz de la Resurrección, la Presencia de Dios. Se colocan ante los íconos como una oración visible PARA la persona que aparece en el ícono y POR la persona, viva o muerta, que está en los pensamientos de quien ora. La presencia de la llama viviente – ¡algunas veces cientos de llamas vivientes! – hace parecer que los íconos están “vivos”. Las velas son, también, sostenidas durante el servicio de la Vigilia Pascual de Resurrección, en los funerales, etcétera.

 

Las vestimentas de los clérigos están confeccionadas con rico brocados, en varios colores, dependiendo de la estación. El sacerdote representa a Cristo, así que su identidad personal está oculta bajo sus vestimentas (como el traje usado en representaciones teatrales). El rito de los servicios y las acciones de los clérigos y las personas, tales como las procesiones de los clérigos en diferentes momentos durante los servicios, incensar a los íconos y a la gente, y toda clase de ritos; al igual que las acciones realizadas por los presentes, como hacer la Señal de la Cruz, inclinarse, arrodillarse, postrarse, etcétera, son todos ejemplos de adoración, haciendo uso de los sentidos del cuerpo.

 

La música es importante y en todos los servicios se canta a lo largo de los mismos. La música añade expresión y emoción, que van más allá de las palabras. El estilo de canto depende de la nacionalidad de la congregación. Siempre es sin música, ya que la voz humana, por sí sola, puede emplear palabras y fue hecha por Dios. ¡Así que no hay órgano en una Iglesia Ortodoxa! Parte de la música es acompasada, otra es cantada (aquí el canto es una simple melodía básica, la cual puede ser extendida para ajustarse a las palabras).  Los cantos rusos usan una armonía de cuatro partes y suenan muy hermosos. Los cantos griegos suenan, más bien “Orientales” a los oídos sajones, y son a menudo, cantados sólo por hombres. Los discos de música Ortodoxa se encuentran fácilmente. Debido a que el canto es muy complicado, éste es normalmente realizado sólo por el coro. Sin embargo, esto no significa que la congregación no tome parte en el servicio. Las personas se unen utilizando gestos, como una forma de oración visible.

 

Cuando no se está celebrando un servicio, hay una atmósfera especial de silencio en una Iglesia, silencio que puede ser de igual importancia tanto para percibir lo “santo”, como cualquier otro sonido.

 

El incienso se usa mucho en los servicios Ortodoxos. El Salmo 141 dice: “Que mi oración suba a Ti como el incienso; que mis manos que a Ti levanto, sean como una ofrenda vespertina”. Así, el incienso está ligado a la oración. En Apocalipsis 8, 1-5, vemos también esta conexión en un contexto Cristiano. Más aún, mostramos que honramos a alguien o a algo, cuando quemamos incienso, ante ellos. Notarán que el Libro de los Evangelios, sobre el Tabernáculo (la Imagen Verbal de Cristo), el Tabernáculo mismo (una señal del Trono de Dios), los íconos (representando la presencia de los hombres y mujeres santos y los acontecimientos en la historia de la salvación) y, finalmente, todos los fieles, quienes se han reunido para la adoración son incensados (recuerden que los seres humanos están hechos a Imagen y Semejanza de Dios, por lo que nosotros también somos íconos).

 

La manera normal en que un Ortodoxo ora es de pie. Esto es visto como algo positivo: no es no querer arrodillarse, sino estar atentos de pie, como soldados esperando órdenes. El arrodillarse enfatiza sentimientos de dolor y arrepentimiento.

 

La postración (arrodillarse tocando el suelo con la frente) es una señal de arrepentimiento, de reverencia, de asombro. Inclinarse, ya sea una reverencia de la cabeza o una inclinación profunda, tocando el suelo con las puntas de los dedos derechos, es una señal de respeto, o hacer la Señal de la Cruz como un “Amén” visible.

 

La Ortodoxia hace mucho uso del simbolismo. Todo en la Iglesia está diseñado para transmitir una experiencia de fe y por eso, tiene varios significados en diferentes niveles.

 

La Señal de la Cruz se hace con la mano derecha. El pulgar y los dos primeros dedos (índice y medio) se juntan simbolizando la Trinidad: Tres en Uno. Los dos dedos restantes representan a las dos Naturalezas de Cristo: Dios y Hombre. Estos dedos se acercan a la palma de la mano, simbolizando la Venida de Cristo del Cielo a la Tierra.

 

Con la mano en esa posición, se toca la frente, el corazón, el hombro derecho y el hombro izquierdo, simbolizando la consagración de la mente, el corazón y la fuerza corporal a Dios. Se usa como un “Amén” visible, como una bendición, como una invocación a la Trinidad, con las palabras: “En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

 

Durante los servicios, las personas, a menudo, se persignan con estas palabras, así como al principio o al final de ciertas oraciones (como la Oración del Señor y el Credo), o como respuesta a las letanías. Los sacerdotes hacen la Señal de la Cruz sobre las personas, como una bendición, como hacen los papás sobre sus hijos. La Señal de la Cruz se hace sobre los alimentos, al terminar de decir la oración de Gracias.

 

Las cosas materiales, tales como el agua, el aceite, el pan, el vino, el trigo, el follaje (por ejemplo, las palmas del Domingo de Pascua), son usadas como símbolos de la Presencia y Acción de Dios en el mundo.

 

La Cruz es el símbolo Cristiano más famoso. Los Ortodoxos, a menudo, usan una Cruz de ocho puntas. Esta Cruz tiene una barra superior con la inscripción de Pilatos, y un apoya pies inclinado. Entre los símbolos escritos se incluyen la primera y última letras del alfabeto Griego: el alfa y el omega, y las iniciales y letras del Nombre de Cristo.

 

(continuará)

 

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