Sent: Tuesday, December 03, 2002 7:40 PM
Subject: Testimonio de Nicaragua

El siguiente testimonio fue enviado por la señora Elgin Díaz, de Nicaragua, con motivo del 17 aniversario de los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios.

 

 

 

 

 

Como a un miembro más de la Iglesia, felicito a todas y cada una de las personas a quienes el Señor ha abierto Su Corazón para que tratemos día a día de entrar en ÉL.

 

Feliz el día en que inició este Río de Agua Viva; Feliz Vassula como escogida por el Señor para llevar este torrente de Comida Sólida; Felices todos nosotros que temerosamente nos acercamos a este Río, el  cual este día, 17 años después, se ha convertido en un lago, para convertirse, según Sus Palabras, en un Mar de Agua Viva. ¡Bendito sea Nuestro Señor! ¡A ÉL sea la Gloria, por los siglos de los siglos! Amén.

 

El Señor pregunta ¿si estoy contenta de que está conmigo de esta manera?

 

Señor, mi repuesta es ¡SI!

 

Quiero expresar, muy contenta, los cambios que EL SEÑOR ha realizado en mí, a través de estos Mensajes, Alimento Divino, los cuales me han transformado.

 

Cuando los Mensajes de la Verdadera Vida en Dios, llegaron a mí, me encontraba en un período de luto, pues tenía dos años de haber perdido a mi marido, ya que él decidió irse con otra señora mucho más joven que él, posiblemente de la edad de nuestra hija mayor.  El Señor, sin yo saberlo, me ha reservado situaciones muy pesadas. Él siempre me ha hecho decir: “Señor, no comprendo el por qué pasan estas cosas, pero mientras tanto, dame fuerzas para soportar este dolor”. 

 

 

Después, rezaba todo el día haciendo la señal de la Cruz en mi frente, pidiéndoLe que me guardara de pensar mal de nadie; otra Cruz en en mi boca, suplicándoLe nunca hablar ni expresarme mal de nadie; y una Cruz en mi corazón, también suplicandoLe que no me permitiera guardar rencor contra nadie.

 

 

Luego, rezaba la Oración de Santa Teresa de Jesús:

 

 

 

“Nada te turbe,

Nada te espante,

Todo se pasa,

Dios no cambia,

La paciencia todo lo alcanza,

¡QUIEN A DIOS TIENE, SOLO DIOS LE BASTA!”

 

Con la Gracia del Señor, fui pasando este luto, este segundo gran terremoto en mi vida. El primero había ocurrido seis años antes, cuando mi hijo de 16 años y medio murió en un accidente balístico, en una hacienda de mis padres. Él se fue con tres primos hermanos a jugar el Tiro al Blanco, y sin querer él fue el blanco. Este dolor me hizo comprender vívidamente por qué el anciano Simeón le había dicho a la Virgen: “Una Espada atravesará Tu Corazón”. Realmente eso se siente, ¡como que una espada amputó mi corazón!

 

 

 

Estos dolores me abrieron los ojos y el corazón, y me hicieron comprender el dolor horrible

de las personas que pasan por casos similares. Entonces, ya no era ajena al dolor.

 

Una persona que pertenece al movimiento de encuentros conyugales, (el mismo al que mi esposo y yo habíamos pertenecido durante siete años), me pidió que escribiera algo sobre mi dolorosa experiencia, porque habían algunas parejas del movimiento que se encontraban en esa misma situación.  Cuando ella me pidió esto, no me sentía capaz de hacerlo, pues a pesar de mis oraciones constantes, día y noche, mi alma todavía se encontraba convulsionada. ¡No comprendía como se había desbaratado un matrimonio de 25

años! Cómo, en lugar de recibir felicitaciones en ese día de aniversario, recibí a cambio la expresión de: “¡25 años de sufrimiento!”.  Yo no entendía nada, sin embargo empecé a pedirle a Dios que me diera el don de saber expresarme, para que mi experiencia sirviera de algo a otros.

 

 

 

Yo había comprendido el por qué con ese tipo de dolores, se llega muchas veces al suicidio. Es algo tan grande y tan inexplicable, que las personas que lo sufren alejados del Señor, hacen o pueden hacer locuras. 

 

 

 

Fue así, que en noviembre de 1997 escribí un artículo titulado “El Valor del Sufrimiento bajo la Óptica Cristiana”, el cual fue publicado en el periódico Iglesia de mi país, Nicaragua.

 

 

Estos dolores, los más grandes de mi vida, acrecentaron muchísimo más, mi sed del Señor, y mientras me encontraba en ese período de luto, una jovencita se acercó diciéndome que ella estaba leyendo unos mensajes que eran del Señor, que se encontraban en la Internet y que me los quería mostrar en mi computadora.  Fue casi de inmediato que sentí en mi corazón la advertencia del Señor para los últimos tiempos, y casi por caridad, le dije que estaba bien, que me los enseñara, y que yo los iba a leer, pues esto era muy peligroso, ya que el Señor decía que en los últimos tiempos iban a aparecer muchos falsos profetas, pero

que me dejara expresarle mi opinión al respecto.

 

Empecé a leerlos casi inmediatamente, con temor, pero de pronto me dije: “Esto no fue escrito por una persona...”, y continué leyéndolos casi con ansiedad. Sentía definitivamente  que eran Comida Sólida Espiritual. Habían ocasiones en que al leerlos el corazón me latía tan fuerte y tan de prisa, que lo sentía casi en mi garganta, al punto que tenía que dejar de leer por un momento, y luego regresaba.

 

 

 

Todos los días, salía de mi trabajo con un deseo enorme de estar con ÉL (porque Le reconocí), como si fuera un enamorado. En cuanto llegaba a casa, empezaba a leerlos.  Cuando  concluí todos los cuadernos, yo estaba muy llena de ÉL, sólo hablaba de los Mensajes, y hasta ahora, continúo hablando. Imprimí los Mensajes de Internet, y los he prestado a un sin número de gente, pues son Mensajes que Salvan, son Mensajes que por Amor nos previenen, son Mensajes que nos enseñan a vivir el Amor, a desear el vivir en Santidad, a desear el querer ser santos.

 

 

 

Han despertado en mí el deseo inmenso de llevarlos a los demás, y de llevarLo a ÉL a otras almas. He comprendido la sed que hay del Señor y que no hay muchos que hablen de ÉL. Me han llenado de una paz que no se puede explicar, de una paciencia enorme, me han llenado de un gran amor hacia los demás.

 

 

 

Me han hecho asistir a retiros que se están impartiendo en las parroquias para la Evangelización activa que se espera para el 2003 y, para siempre, me han llenado de un valor que ni yo misma comprendo.

 

 

 

Sólo que sé que LE  AMO, QUE LO NECESITO A CADA INSTANTE DE MI VIDA, QUE SIN ÉL NADA SOY.

 

Hace aproximadamente seis meses, con grandísima ilusión, tuve la oportunidad de traer bendiciones a mi país, he hice todo, o quizás, casi todo lo posible, para invitar a Vassula a que viniera a Nicaragua. Trabajé en unión de la joven que me mostró los Mensajes, por primera vez, pero desgraciadamente hubo un fuerte ataque, no lo puedo llamar de otra manera,  por parte de la persona que guía sus reuniones de oración, y todo se vino abajo.

 

 

 

Ahora estoy rogando a mi Señor, me regale las palabras que debo de dirigir a Vassula, para ver si es posible dirigirme a todos los que hoy estamos celebrando el Día en que dio inicio la lluvia del Maná del Cielo, para ver si consigo ayuda económica para que ella venga a

Nicaragua, sobre todo en estos momentos en que la situación mundial, incluyendo la de mi país, está tan difícil.

 

 

¡FELICIDADES A TODOS!

 

 

 

________________________________________________
Si usted no desea continuar recibiendo estos
mensajes, responda a este correo, indicando, en el
Titulo/Referencia del mismo, la palabra ELIMINAR.
Sitio de la VVeD: http://www.tlig.org/sp.html
Para suscribirse a esta lista de correos: esp@tlig.org
________________________________________________